"A diferencia de Paco Segarra, nosotros optamos por no dejar tirado al club". Habla Juan Miguel Capó, uno de los artífices del milagro de Bintaufa. El amor por una institución, unos colores y un club ha propiciado que entre socios, directivos y padres de jugadores de la cantera se haya recuperado y reformado el campo municipal donde solía jugar el Sporting Mahonés.
Un reestreno que ayer fue oficial con la disputa del primer partido en el tapiz verde que cubre ahora el terreno de juego. "Sabemos cómo está el mundo y que no hay ayudas en forma de dinero que pedir a las administraciones por eso decidimos pagar los gastos de nuestro bolsillo y intentar arreglar lo que pudimos", añade Capó. Y vaya si lo han hecho.
Miquel Sintes, Lluís Sintes, Magí Pons, Dolfo Torres y otros más, entre los que hay propios padres de jugadores de la cantera, hasta llegar a una docena de personas se han puesto el mono de trabajo cada dos por tres y para sacar brillo a la instalación. Una oficina para los trofeos, así como para que trabaje el entrenador del primer equipo, Elías Noval, o el presidente, Fernando Osuna, unas taquillas nuevas, arreglar las gradas deterioradas por un temporal, una acera del campo antiguo al nuevo, limpiar las malas hierbas del parking y una capa de pintura son algunas de las acciones que este grupo, que entre bromas se hacen llamar Brigada de Obras del Municipal, han llevado a cabo.
"Lo hacemos por lo que representa el club para nosotros, algunos sábados quedamos a las 7 de la mañana y nos dan las 9 de la noche así que pedimos una paella para comer y lo pasamos en grande", explica Capó, que deja claro que "realmente lo pasamos en grande". Y todo por la ilusión de ver de nuevo al Sporting jugar en el césped natural de Bintaufa. La coletilla da igual, Mahonés, de Mahón o Illa de Menorca vienen a representar los mismos valores para este grupo que se ha tomado por su mano la recuperación del campo.
El equipo Regional competirá esta temporada en el verde natural y por ello han destinado muchas jornadas de este caluroso verano a 'maquillar' Bintaufa. Además, han levantado un módulo "para guardar la ropa de entrenamiento de los jugadores y otro que hará las funciones de gimnasio para recuperar a los que estén lesionados". Ambos, cedidos por una empresa privada.
"Cuando supimos que nos dejarían competir con el nombre de un nuevo club nos vimos en la obligación de hacer todo lo que hemos hecho porque se lo debíamos a los jugadores que han confiado en nosotros y siguen en el club", añade un Capó que quiere dejar claro en todo momento que el esfuerzo ha sido de todo el grupo por igual.
Césped replantado
Una de las particulares obras de arte es el césped. Ha recuperado el verde que lució en sus últimos mejores tiempos gracias a un tratamiento con productos químicos, abono, arrancar las malas hierbas y tras pasar un rodillo con puntas para posteriormente replantar la hierba.
"Ahora está bien, de hecho lo estamos cortando para que esté a la altura ideal porque está creciendo bien", concluye Capó. Una imagen que se puede aplicar a un club que vuelve a crecer.