Once partidos restan para la conclusión de la liga en el grupo III de División de Honor juvenil. Es el margen que dispone el Menorca para intentar una salvación que cada vez se intuye más lejana. A 11 puntos del Baleares, conjunto ubicado en la décimo segunda plaza que delimita la salvación, el cuadro de Juan Romero tratará de recortar a punto por jornada en este tramo final de un curso en el que hasta el momento solamente ha celebrado un par de triunfos sobre 19 disputados. Toda una proeza de lograrlo. Y lo intentará 'con lo puesto'.
Es la determinación de la directiva que preside Ángel Río, que rechaza efectuar más cambios en la estructura colectiva, por lo que en principio, ni vendrán más jugadores ni peligra la figura de Romero. Aunque hace algunas fechas el propio Río aventuró posibles variaciones con disposición de alcance incluso hacia el banquillo, siempre en función de los registros que se produjeran tras el parón navideño, los gestores azulgranas se posicionan ahora por terminar el ejercicio con sus actuales recursos humanos, incluido el propio técnico, cuya continuidad es segura hasta la jornada final. Todo pese a que no se ha producido una mejoría ni invertido la mala dinámica. El delantero del Penya Ciutadella Juanfran, llegado este mes, se erigió así en el último refuerzo para buscar una difícil reacción que no permite más dilación.
Paradigmática resultó la marcha de José Luis Bahamonde en ese sentido. El asistente de Romero retornó al Villacarlos quince días atrás con el propósito de reconducir el tránsito gualdiazul en Liga Nacional, lo que dejó desprovisto al cuerpo técnico menorquinista de uno de sus más importantes elementos. El Menorca optó por incrementar las funciones y responsabilidades de Tolo Rosselló, preparador físico de amplio recorrido en el fútbol local, en lugar de buscar un reemplazo. La difícil coyuntura económica generalizada ha influido decisivamente. Sin entregar las armas, en el seno del Menorca son conscientes de lo «complicado» de la empresa, también de ahí que se haya optado por no promover más variaciones que ocasionaran un efecto gravoso en las arcas del club y que en ningún supuesto garantizan la permanencia. Asimismo, la directiva tiene claro el planteamiento ante un probable descenso, que reside en diseñar un bloque para volver al escenario 'de Honor' con inmediatez.
Etapas
Pero antes son once las etapas a cubrir por el Menorca, la primera este domingo en feudo del Real Zaragoza, ante el que cerrará enero. El cuadro mahonés inaugurará febrero recibiendo al Mallorca (que le goleó en la ida), después visita al Roda, rival ante el que obtuvo su primera victoria, acogerá al Cornellà en Maó y liquida el mes en campo del menorquinizado Damm, un trecho competitivo suficiente para despejar incógnitas acerca de si el equipo alcanzará el epílilogo con opciones de salvación o materialmente descendido. Una secuencia clave que el Menorca afrontará con lo puesto.