campaña en la División de Honor. El descenso ya se antoja inevitable a pesar de los esfuerzos del técnico, Juan Romero, y sus jugadores que mantienen la ilusión para enderezar el rumbo o, cuanto menos, encadenar una serie de buenos resultados que aseen su trayectoria considerando que solo han ganado dos partidos en los 21 disputados.
El Menorca languidece todavía en el presente. La segunda vuelta empeora los registros de la primera y el equipo, habituado a perder por escaso margen en todo el campeonato, ahora parece haber bajado sus prestaciones o al menos eso es lo que indican las cuatro goleadas que ha encajado en los últimos cinco partidos en los que ha recibido 19 goles, que son muchos.
Voz autorizada en el vestuario menorquinista es su capitán, Biel Villalonga. Reflexivo, apunta que «salvarse es casi imposible pero queremos acabar como un equipo de verdad, competir, que la basura de resultados que hemos obtenido no entre en el vestuario y mantengamos la amistad y el buen ambiente que hay para recordar dentro de 20 años que jugamos juntos en División de Honor».
El defensor mahonés se pregunta muchas veces «qué hemos hecho tan mal, y no encuentro respuesta. No creo que sea mala suerte si no quizás que estamos en una Isla y jugamos contra equipos profesionales y casi todos tienen más calidad que el nuestro. Pero el trabajo de los técnicos y los jugadores no se ha visto reflejado». Añade el jugador que «esta temporada la Liga es más física y más complicada».
Biel se niega a comparar este equipo con el que logró la permanencia el año pasado, «no creo que este sea inferior a aquél pero es cierto que si hubiésemos mantenido a cinco o seis jugadores de la temporada anterior al menos habríamos tenido más experiencia, eso está claro, aunque quizás hubiésemos descendido igual», concluye.
El presidente, Ángel Río, admite que «no esperábamos que las cosas fueran como van aunque sabíamos que esto iba a pasar si no este año, el siguiente porque en Menorca no hay materia prima para hacer un equipo de este nivel y los que vienen de fuera son los que no pueden ir a otro sitio», reitera el presidente.
El Menorca, en todo caso, aguantará el campeonato con dignidad. Es decir, el club mantendrá a los cuatro jugadores foráneos, salvo que éstos pidan marcharse pese a que las opciones de permanencia ya están prácticamente desvanecidas.
Quedan nueve partidos y el equipo es colista, a 15 puntos de la zona de salvación. «No entra en nuestra filosofía ni cambiar al entrenador ni facilitar la salida de los jugadores que son de fuera, salvo que ellos quieran irse. Vinieron con un contrato por una temporada y nosotros lo cumpliremos», concluye el mandatario.