Juan Romero responde a Ángel Río. Con su acostumbrada moderación y rechazando polémica, el técnico del Menorca de División de Honor Juvenil asegura no «estar molesto» con las impresiones del presidente azulgrana, quién analizó en este diario en su edición de ayer que al entrenador mahonés «le ha faltado rodaje para la categoría» y que «había equipo para luchar por la permanencia».
«Me habría preocupado de verdad si hubiera dicho que no he sido profesional o que me ha faltado seriedad en mi labor», observa Romero, que sobre su presunta falta de rodaje, alude que «un entrenador debe ir formándose y aprendiendo cada día; esa es mi idea. Y cuando un entrenador llega a una categoría nueva, es nueva, sea Regional o División de Honor».
«Cualquier experiencia ayuda a crecer, este año he aprendido mucho», sigue Romero, obligatoriamente curtido en una dura dinámica. «Uno, dentro de las dificultades, debe estar, y yo he gestionado el vestuario lo mejor que he sabido; no es sencillo levantar un grupo derrota tras derrota. De las situaciones difíciles es de donde más se aprende», explica el preparador, que admite «no hemos ganado partidos, eso es evidente, pero detrás de los resultados hay muchas cosas».
Sobre los recursos del grupo, en el parecer de Río suficientes para luchar la permanencia hasta el final, Romero considera que «de haber tenido más desequilibrio ofensivo, habría sido diferente». Como fuere pero, el técnico destaca la «entrega del equipo, los padres de los jugadores deben saber que en casa tienen gente que vale la pena, me quito el sombrero ante los chicos». «Se dice que en Menorca los chicos no se esfuerzan y yo solo puedo agradecer al equipo su implicación desde julio hasta ahora... y con solo dos triunfos, además, han creído en mi trabajo. De no haber sido así tal vez me habría planteado dimitir, que también era lo fácil, pero ellos han dado todo, han competido ante rivales mejores, me han apoyado... noté cierta desconfianza externa, pero mi experiencia como jugador y entrenador me hizo estar fuerte en una temporada dura e intensa», repasa el entrenador, que desconoce su futuro. «No depende de una llamada o de una oferta; tengo algún proyecto en mente al margen de los banquillos y no sé el tiempo que dispondré, ahora solo me centro en terminar la liga con dignidad, después será el momento de descansar y hablar», explica, y lamenta «haber tenido que probar quince jugadores de fuera, no dar con las piezas adecuadas fue un problema», y zanja evocando a la historia. «Ningún club de la Isla logra estar más de dos años en la categoría, no hemos hecho nada que no hubiera ocurrido antes».