El CCE Sant Lluís ha mostrado su indignación y malestar con la Junta de Menorca de Fútbol y la Delegación de la Mutualidad porque entiende que no quieren hacerse cargo de los gastos ocasionados por el traslado, ingreso e intervención quirúrgica de uno de sus jugadores, el juvenil Alex González, lesionado en un encuentro amistoso, el pasado 28 de agosto en Ses Canaletes.
En un comunicado público la entidad que preside Rosendo Pons, destaca la falta de coherencia ante la negativa de proporcionar una solución por parte de la Mutua y la falta de apoyo de la JIM ante los hechos que describe con detalle. El jugador sufrió un fuerte golpe contra la pared que delimita el campo. Quedó inconsciente por lo que el 061 fue requerido con una segunda ambulancia de soporte vital avanzado y el médico de esta Unidad decidió que el jugador fuera evacuado al Hospital Mateo Orfila, dada la gravedad del accidentado, pese a que el club le informó del seguro privado de la Mutua con el que contaba para acudir al centro médico concertado. El Sant Lluís informó de inmediato a Juan Millán, delegado de la Mutua en Menorca, del traslado al Hospital por decisión del médico del 061.
Alex González fue operado de urgencia por una fractura en la muñeca y permaneció dos días ingresado. El seguimiento y recuperación ya lo hizo, a partir de entonces, a través de los servicios de la Mutua.
El Sant Lluís asegura que tras varias conversaciones con los responsables de la Mutua en Menorca, y el presidente de la JIM, Virgilio Juaneda, «nos encontramos con el rechazo por parte de ambas de hacerse cargo de los elevados costes del accidente (estancia e intervención en el Hospital) pero sí del tratamiento posterior». Añade que ha solicitado a JIM y Mutualidad que le hagan llegar su decisión por escrito «y hasta la fecha no se nos ha notificado fallo alguno».
El secretario de la JIM, Pep Rivas, dijo ayer a este diario que el Sant Lluís presentó a principios de marzo el informe del médico que decidió la evacuación del jugador al Hospital, «y ahora serán los servicios médicos de la Mutualidad los que decidirán pero hasta el momento, que yo sepa, no lo han hecho y por tanto no puede decirse que no quieran pagar».
Señala el club que la Mutua les ha indicado que no cumplió el protocolo obligatorio al no trasladar al jugador al centro concertado, cuando fue el médico quien tomó la decisión, «pero nos indican, por sorpresa, que los presidentes y/o directivos estamos por encima de cualquier médico que preste servicio en nuestro campo».
El Sant Lluís, de acuerdo con los otros clubes menorquines sugirió a la JIM que incluyese una claúsula en el contrato con la Mutua en la que se especifique la responsabilidad legal «en casos como el nuestro, si le corresponde decidir al facultativo o al club», que, sin embargo, no consta en el nuevo documento presentado a las entidades.
Según el Sant Lluís, en contacto con la Federación Guipuzcoana de Fútbol, que vivió un suceso similar con trágico final, «en casos de urgencia vital el traslado se hace a los centros médicos más preparados y la Ley del Deporte Vasco 14/1998 especifica los casos a seguir» aunque la Ley Balear no contempla este supuesto.