Cuatro jornadas por delante para tres equipos empeñados en alzarse con el título de la Liga Regional Preferente en otra temporada que está marcada por la competitividad en la segunda categoría del fútbol menorquín y que puede acabarse resolviendo, como sucedió hace justo un año, en el último partido del campeonato.
CE Ferreries, CD Migjorn y CE Alaior, por este orden, los dos primeros empatados a 30 puntos, y el tercero a solo uno de distancia (29) son los candidatos al triunfo final que incrementará su palmarés al tiempo que les brindará la opción de disputar la promoción de ascenso a la Tercera División, sin que sea este su objetivo prioritario sino una consecuencia que deberá considerar la directiva responsable si finalmente es la que tiene opción de hacerlo.
El Ferreries de Pere Vadell, que supera al Migjorn solo por la diferencia de goles, llega al sprint final tras el parón de la semana pasada, saliendo de las dudas que se cernieron sobre su capacidad a mediados de la Liga. El técnico aguantó las críticas del entorno y aunque el equipo no es, ni de lejos, el rodillo que fue al inicio del campeonato después de haber ganado la Copa, la suya continúa siendo la mejor plantilla del grupo, por calidad y experiencia, lo que le confiere, quizás, mayores opciones. Sin embargo su calendario es, aparentemente, el más comprometido. Y es que el Ferre tiene que jugar en los dos campos de sus rivales directos, Migjorn y Alaior, donde tendrá que ganar para buscar el triunfo final en las jornadas antepenúltima y penúltima que pueden acabar resolviendo el enigma en uno de los tres sentidos.
En un plano teórico el calendario menos exigente le corresponde al actual campeón, CD Migjorn, ya que a excepción del Ferre, se mide a equipos de la zona baja de la tabla, Sporting de Mahón, Norteño y Menorca. «Hay tanta igualdad en los equipos que todo puede suceder, podemos perder y ganar en cualquier campo», ha reiterado el técnico Tóbal Tudurí.
El Migjorn ha perdido solo un partido de los 10 últimos que ha jugado, en los que encadenó seis triunfos seguidos y dos empates ante Alaior y Unión Deportiva Mahón que le impidieron continuar como líder solitario de la Liga.
El tapado era -pero ya ha dejado de serlo- el CE Alaior de Julián Calzada. Los albinegros, sin hacer ruido son el equipo más difícil de batir del campeonato como prueba que solo han perdido un partido de los 14 que han jugado (ante la Unión en Los Pinos) frente a los dos que han concedido sus rivales. Precisamente su salida a San Carlos y el mismo choque ante el Ferre en Alaior son los más complicados que le aguardan siempre que no falle frente a Sant Lluís y Sami en casa.
En todo caso ya es un hecho meritorio que solo dos temporadas después de su descenso a Regional, y con técnico debutante en sus filas, el Alaior ya esté en disposición de pelear por el título.