Todo gran equipo se sustenta, entre otras claves, en un portero solvente que gana partidos con intervenciones determinantes, y en un delantero de peso, efectivo, con olfato de gol cuyas dianas de traducen en puntos. Es decir, cualquier conjunto que se precie y aspire a objetivos concretos en la zona alta de la tabla, ha de tercer un buen guardameta y un goleador. Es el caso del CE Mercadal, el mejor equipo menorquín de los últimos tres años, con diferencia, que está definitivamente llamado a hacer grandes cosas en este curso a partir de su clasificación -segundo, solo superado por el líder, Llosetense- y las hechuras que exhibe jornada tras jornada desde que arrancó la Liga 2014-2015.
Jesús Sastre, su guardameta, y David Mas, su goleador constituyen en la actualidad el eje fundamental de un equipo físico y bien armado en todas sus líneas. El portero ciutadellenc, de contrastada valía, ha encajado solo cuatro goles en 10 partidos, es el segundo menos goleado del campeonato, y junto al meta del Llosetense, el único que no ha recibido ningún gol en su propio campo, en Sant Martí.
David Mas vive un momento dulce. La lesión de Juanan, que debía ser el delantero centro del equipo, ha hecho que Lluís Vidal le haya dado la punta de lanza sobre el terreno de juego. Habituado a la polivalencia -hacedos años jugaba como lateral a las órdenes de Yerai Rodríguez- Mas recupera guarismos de su lejana etapa en el fútbol menor. Seis goles le contemplan desde que arrancara la Liga, además de un abnegado trabajo donde realmente comienza la estructura defensiva de este Mercadal puesto que pocos presionan la salida del balón como hace David Mas.