Es el partido del año. En clave insular así se percibe la final de la Copa Regional, uno de los eventos que mayor expectación despierta y cuyo cartel arroja para la presente edición un duelo inédito y sin apenas precedentes en la densa y centenaria cronología del fútbol menorquín. Por un lado, el Sporting de Mahón, cuya vertiginosa progresión le ubica en el centro de los focos por medio de una competición en la que desconoce el éxito. Por otro, la UE Sami, emergente de nuevo tras varios años de discreto trayecto y con ansia de reeditar el éxito celebrado en 98/99 a cuenta de la Unión.
Sant Bartomeu, hogar del hegemónico Ferreries, vigente campeón, gran tirano de la competición y reciente víctima de los verdiblancos de Ciutadella, paradójiamente contextualizará el 'cambio de trono' ejerciendo de sede de un duelo que arranca esta tarde a las 17.30 horas. En esa línea, cabe subrayar que el Sami ya ha cobrado ligera ventaja, pues desde Ciutadella apostaron con firmeza por el enclave y fecha escogidos, pese a que en Maó la preferencia viraba hacia Los Pinos de Alaior e incluso con el planteamiento de demorar el partido hasta el domingo a mediodía.