Alfonso Carballal, árbitro mallorquín que el pasado sábado dirigió el Mercadal-Montuïri, de la Tercera División, ordenó retirar una bandera española que habían colocado cinco aficionados del equipo visitante junto a su banquillo, en el muro perimetral del terreno de juego.
Carballal, posteriormente, reflejó en el acta que estos cinco seguidores del Montuïri le dirigieron cánticos fascistas durante todo el encuentro por lo que el juez de disciplina de la Federació Balear trasladó el martes una copia del documento a la comisión antiviolencia de la propia Federació. Esta comisión decidió ayer mismo archivar esta incidencia, según admitieron fuentes del propio ente federativo que, además, reflejaron su extrañeza y desaprobación con la orden del colegiado al retirar el estandarte en el minuto 25 del partido, según consta en el acta.
El CE Mercadal ha mostrado su enorme sorpresa, tanto por lo escrito por el colegiado como porque el texto haya sido trasladado al Comité Antiviolencia. «No sucedió nada anormal; estos cinco seguidores del Montuïri tuvieron un comportamiento correcto animando a los suyos, yo no escuché nada aunque estaba al otro lado del terreno, por eso tampoco comprendimos las decisiones del árbitro respecto a la bandera ni lo que escribió tras el partido». Prieto sí reconoce que en el descanso del encuentro indicó a los encargados del bar que no sirvieran bebidas alcohólicas a este grupo de seguidores que«estaban alegres», afirma.
El mandatario añade que en la segunda parte estos aficionados desaparecieron del campo aunque el árbitro asegura lo contrario. En declaraciones a este diario, el colegiado gallego residente en Mallorca, explica que «se situaron en otra parte del recinto, no detrás del banquillo, y siguieron metiéndose con nosotros». Carballal asegura que actuó «cumpliendo el reglamento porque tengo que velar por el buen desarrollo de todo lo que ocurre en el terreno de juego». Por eso, destaca que «mandé que retiraran la bandera porque la tenían sobre el muro, y en ocasiones la agitaban entrando sus brazos en el campo con lo que podían provocar algún incidente con jugadores que pasaran por allí. Además está prohibido colocar pancartas o banderas encima del muro porque entorpecen la publicidad».
El colegiado asegura que «no entiendo la sorpresa de mi decisión porque luego siguieron con la bandera en otra parte del campo y no pasó nada, pero no podían tenerla encima del muro. Yo no tengo nada en contra de la bandera siempre que no esté dentro del recinto de juego. ¿Que hay otros árbitros que no actúan con tanto celo?, es posible, pero sí deben reflejarlo en el acta».
En cuanto a los «cánticos fascistas» a los que se refiere en el documento, explica que «a raíz de la retirada de la bandera, me decían 'bésala cabr..', nacionalista de mierda' y algo así como que retirar la bandera española era quitar el honor». Posteriormente el trío arbitral se encontró con este grupo en el aeropuerto «y nos pidieron disculpas», indica Carballal.