Volvió a repetirse el mismo guión. El Penya acabó empatando 1-1 ayer en Son Marçal un encuentro que tuvo totalmente controlado en la segunda mitad, gracias al fuerte ritmo de presión que imprimió y que le invitó a correr, que es cuando los de Dani Mori se sienten más cómodos. No obstante, un encuentro más la falta de gol privó a los ciutadellencs de hacerse con un merecido triunfo ante un Constància que se adelantó primero en su única ocasión de gol.
El partido de ayer tuvo una primera parte más bien pobre y aburrida para ambas escuadras, sin un claro dominador de la situación sobre el terreno de juego. El Penya Ciutadella, con ausencias y que horas antes del partido tuvo que recurrir a Izan (en gripe) para suplir a Fullana, no se encontraba cómodo y no terminaba de poner en práctica el juego que debía hacer daño a los del exMallorca Tomeu Llompart. Lo más destacable, por polémico, las más que posibles manos dentro del área no señaladas por el colegiado del mallorquín Bernat.
Dos minutos frenéticos
Fue en la reanudación cuando cambiaron y mucho las cosas. Le sentó bien el parón al equipo de poniente, que salió con las ideas más claras de lo que hacer y con ganas de morder. No obstante, sería el Constància quien, en su única ocasión clara en los 90 minutos, se adelantaría 0-1 por medio del pichichi de la liga, Mateo, que remataba de cabeza un gran centro de Gabi. Un jarro de agua fría para los intereses locales. Pero ahí estaba dos minutos después el gigante Zurbano, inédito prácticamente hasta el momento, para hacer honores a su fama de 'killer' del área y marcar el 1-1 de un gran chut raso que por la izquierda Nacho, meta suplente 'inquer', no pudo atajar. Las cosas quedaban como al principio, en tablas, pero era el Penya quien comenzaba a maniatar a su rival.
Con el 1-1 se animaron los menorquines y Pau Rioja a los 62 minutos perdonaba la remontada con un balón que rozaba el palo derecho. Luego, entraba el joven Sabater, tras unos largos meses lesionado. Los chicos de Dani Mori comenzaban a imprimir ritmo, a triangular y a gustarse, para preocupación de Llompart. Cinco minutos después, Marc Ametller ponía a prueba al meta visitante por alto, muestra de la confianza que cogían los locales. Ya en el minuto 82, Izan Canet perdonaba de nuevo el 2-1 tras un barullo en el centro del área, enviando el esférico rozando el larguero. Y tras una bella jugada Ametller-Zurbano que no pasó a mayores, el navarro tuvo la última a media vuelta pero nada. Empate.