Toni Álvarez Zamora (Es Castell, 1982) emprende un reto de lo más exótico. También de alta factura. El exfutbolista y entrenador, durante la temporada anterior director deportivo del Sporting de Mahón, ha alcanzado un acuerdo con la Liga de Fútbol Profesional (LFP; LaLiga) en virtud del que se trasladará a la República Popular China, en principio para los próximos diez meses, como parte del proyecto de expansión y cooperación auspiciado por el ente que rige la competición española, de alcance internacional, y que dispone en el país asiático uno de sus enclaves de referencia.
Álvarez, que añade así, tras su paso dos años atrás por Estados Unidos, un nuevo álgido a una hoja de servicios de plausible proyección internacional, se integrará en un centro de enseñanza en la ciudad de Guangzhou, al sur de la nación mandarín (en la actualidad, la mayor conurbación mundial, con un extraradio que concentra más de 46 millones de personas), y cuya labor consistirá en «supervisar, entrenar y formar», explica, en la materia futbolística, asignatura de enseñanza obligada en los centros formativos chinos.
No en vano, el potencial y margen de progresión que atesora China al respecto es de una tendencia que en España se entiende muy al alza, y por ello un filón fundamental en la estrategia de expansión de la LaLiga como marca. El entrenador menorquín formará en la guarnición de técnicos que LaLiga dispersará en el inmenso estado asiático –inciativa de la que también es partícipe el gobierno chino–, si bien desarrollará en solitario sus funciones –acompañado de un intérprete; ya ha iniciado el aprendizaje del chino mandarín.
A falta de resolver un último trámite con el visado, su marcha cristalizará en «dos o tres semanas», para iniciar lo que Álvarez comprende como «una gran oportunidad» en su trayecto y en su deseo de «crecer y mejorar». «Mi intención es dedicarme profesionalmente al fútbol. Cuando dejé el Sporting de Mahón no tenía nada, pero en julio LaLiga empezó a desarrollar este proyecto, me llamaron, y lo cierto es que las garantías y las condiciones son muy buenas», repasa el técnico forjado fubolísticamente en Es Castell con un tono que delata una ingente ilusión ante este periodo que ahora abre. «Sí, estoy muy contento, la verdad, se trata de una oferta muy profesional, si bien soy consciente de los sacrificios que deberé hacer, dejando a la familia, la Isla, las comodidades que tengo aquí, el cambio de cultura, el idioma... pero también de que para ser un profesional del fútbol debo tener capacidad de adaptación. Lograr mi objetivo me empuja a dar este paso, que creo es una gran oportunidad, como será también una experiencia muy enriquecedora a nivel personal», abunda Álvarez.
El proyecto de propagación internacional de LaLiga es ambicioso. Abarca la práctica totalidad de la latitud mundial y apuesta desde la implantación de academias de fútbol hasta su incursión en los colegios de múltiples localizaciones. Ahí es donde Álvarez entrará en escena. «Mi tarea consistirá en supervisar la asignatura del fútbol en un centro educativo de Guangzhou, los contenidos y como lo llevan en práctica, también formar a los entrenadores, dar charlas... además de entrenar, y con chicos de diferentes edades. La metodología de trabajo española es muy valorada allí», relata el entrenador menorquín.
Diez meses
El trato, de momento, es por diez meses, «y será el tiempo lo que determine si sigo o no durante más tiempo, tampoco lo he pensado mucho, ahora voy con la idea de aprovechar una gran oportunidad y una gran experiencia, pues trabajaré con gente seria y con la garantía de LaLiga», sentencia Álvarez.
El técnico de Es Castell, que ya trabajó con algunas promesas del fútbol chino en un campus de LaLiga en Madrid semanas atrás, retornará la próxima semana a la capital española con motivo de la presentación en sociedad de un proyecto que le impulsará a una muy lejana latitud. Su afán por crecer y acumular experiencia así lo exige y sugiere. Toni Álvarez Zamora, una aventura en China.