La entrada del nuevo año no ha implicado un cambio de dinámica para el Penya Ciutadella, que acumuló el pasado domingo en Formentera su décimo quinta jornada consecutiva (de 22 consumidas) sin vencer para abundar en la última plaza de la clasificación, al ceder ante el líder (5-0) con el añadido de que varios de los conjuntos que le preceden en la clasificación sí lograron sumar, y con ello, incrementar su ventaja en relación al equipo de Son Marçal.
Tres puntos conseguidos de los últimos 45 que ha competido es el pobre bagaje del Penya, y cuyo último triunfo se remonta al 24 de septiembre del año anterior, en la disputa de la sexta jornada (1-0 al Binissalem).
La llegada del meta Pozo y del delantero Edgar Llabrés, ambos sin equipo hasta su venida a Son Marçal (los dos tuvieron participación en Formentera), es a lo que limita el Penya, según confirman desde el club, su batería de incorporaciones de invierno. Ellos deberán ejercer de revulsivo para un equipo urgido de sumar, aritmética y moralmente.
Al margen, existe cierto malestar en el equipo de Ciutadella por la actitud, «inapropiada y de menoscabo» mostrada por algún jugador rival durante la dura derrota sufrida en Formentera. Con todo, en Son Marçal optan por pasar página y centrarse, en lo que se entiende como una auténtica final, el Ciudad de Ibiza. La salvación, tras la victoria del Esporles sobre el San Rafael, queda ahora a siete puntos para los hombres de Pere Vadell (en torno al que tampoco existe debate, subrayan desde la directiva).