José Luis Bahamonde será el entrenador del proyecto juvenil de la UD Mahón la próxima temporada, en la que el club de San Carlos estrenará estatus en Liga Nacional por primera vez en su historia. La incorporación del exentrenador del Villacarlos al equipo mahonés quedó formalizada en la noche del pasado miércoles, si bien el acuerdo entre las dos partes, tal y como desveló este diario, se apalabró con antelación a la consecución del ascenso, ocurrido el domingo anterior, movimiento sobre el que Kike Romero (que apunta a hacerse cargo del equipo 'B' que la venidera campaña activará el club gualdiazul en el contexto sub 19 de regional), el hombre al que Bahamonde remplaza, tenía total conocimiento.
Bahamonde se manifestó en términos de «plena satisfacción» por retornar a la Unión, sobre todo «por que lo que a mi me gusta es entrenar, y hubiese aunque el equipo no hubiera ascendido», explica. Con todo, el técnico no niega que se trata de un reto «ilusionante», también «complicado», y centra el objetivo en «conseguir la permanencia; el primer año siempre es el más difícil». «La idea es formar un grupo mínimamente competitivo para afrontar la liga balear con garantías», sigue Bahamonde, consciente pero de que «ahora mismo somos el tercer club de Llevant y estamos en desventaja respecto al resto para reclutar jugadores», una merma que también se hará extensiva a la falta de experiencia en la categoría, «pero eso es algo que con trabajo e ilusión por parte de jugadores y técnicos podemos contrarrestar».
El técnico considera que la base del equipo que ha logrado el ascenso «es válida», lo que sumado a algunos «cadetes de nivel que subirán» y a unos «cinco o seis fichajes» locales, permitirá configurar un bloque solvente. «¿Fichajes foráneos? eso depende del club, pero yo no pediré nada, me limitaré a entrenar con lo que tenga», abunda Bahamonde.
Sobre el ciclo de seis años en el Villacarlos que deja atrás, en el que ha afianzado a los de Es Castell en Liga Nacional Juvenil, y finiquitado por parte del club que preside Joan Quevedo de forma poco distinguida (se echó al técnico a poco de terminar la temporada una vez consumó la permanencia), Bahamonde rechaza polemizar y limita su valoración a que «lo que he lamentado fue no poder despedirme en el campo después de pasar seis años increíbles en el Villacarlos, un club al que llevaré siempre en mi corazón y al que deseo lo mejor, una entidad de '10', otra cosa son las personas que ahora están allí», concluye Bahamonde en sus primeras declaraciones como unionista.