Fernando Osuna, presidente y miembro único de la junta gestora del Sporting de Mahón, en lo que se distinguió una asamblea general extraordinaria de ?mínimos? ?apenas dos socios le acompañaron?, rindió anoche en el campo de Bintaufa las cuentas del ejercicio 2017/18, que el club liquida con un superávit superior a los 10.000 euros, además de, sobre todo, dejar definitivamente perfilado el calendario electoral que debe culminar el próximo 27 de septiembre con la elección de la figura que le remplace en el cargo presidencial que ha ocupado desde que la entidad fue alumbrada en la primavera de 2013.
José Luis Fernández, expresidente del Mahonés y una figura histórica en la existencia del sportinguismo, y Sebastià Capó ?padre del actual entrenador-jugador del primer equipo blanquiazul, Miquel Capó? fueron los únicos asistentes a la cita en calidad de socios, llevada a término en el bar del recinto blanquiazul, ante los que Osuna empezó por revisar, de forma cronológica, los diversos enfrentamientos que durante la temporada anterior, en la que curiosamente la entidad registró los mejores resultados deportivos en su lustro de vida, mantuvo con otros miembros del club, y que han desembocado en el beligerante contexto, institucionalmente refiriendo, en el que ahora reside el Sporting.