La situación 4, en cuanto a nivel de alerta y riesgos en relación a la pandemia del coronavirus, en que se encuentran Mallorca y Eivissa –y mientras Menorca aguarda a que en las próximas horas se despeje la incógnita sobre si se mantiene en el nivel 3 o de lo contrario también incrementa un grado más– ha puesto en riesgo evidente el futuro de la Liga Femenina Autonómica, en la que compiten UE Sami y CCE Sant Lluís.
Al contar con estatus de liga autonómica y no de nacional, el torneo femenino de rango balear, en función de las restricciones anti-covid contempladas en el nivel 4 que desde mediados del pasado mes de diciembre de 2020 imperan en Mallorca y Eivissa, se ha visto en la obligación de paralizar la competición (al contrario que el grupo balear de Liga Nacional Juvenil, que a efectos legales responde por ser un torneo de rango estatal).
Si bien el pasado fin de semana Sami y Sant Lluís dirimieron el derbi en feudo ciutadellenc, y que reeditarán este domingo en Ses Canaletes –en el caso, correspondiente a la segunda vuelta liguera, y siempre que las autoridades no dictaminen lo contrario–, el encuentro que debía enfrentar en su mismo grupo a Son Sardina Recreatiu e Independiente fue aplazado, del mismo modo que fueron suspendidos los otros tres partidos del grupo B, todos ellos con contendientes de la isla mayor (la jornada anterior a esta se remite al fin de semana previo a que Mallorca y Eivissa sucumbieran al nivel 4, por lo que no hubo incidencias en ese sentido).
Evidentemente, y dado que la medida afectará en Mallorca cuanto menos por otras dos semanas más, y lo extraño será que no se prolongue más allá de ese plazo, a raíz de la crítica situación sanitaria en que se encuentra el Archipiélago y el país, y sin descartar que Menorca también pase a ella, la incertidumbre es total acerca del posible desarrollo y finalización de la liga.
No en vano, recuperar un par de jornadas se entiende factible – de hecho, el calendario ha provisto fechas libres para ese supuesto–, pero enjugar la pérdida de más partidos ya es una cuestión mayor para la federación, al margen de que tratándose de una liga totalmente amateur la disponibilidad de las futbolistas depende de sus ocupaciones particulares – trabajo o estudios.
Tanto en Ciutadella como en Sant Lluís son conscientes de la situación, y si bien el horizonte del partido más inmediato entre ambos es lo que más les ocupa, también preocupa lo incierto del futuro a corto y medio plazo, tomando conciencia de que más allá de este fin de semana es complicado visualizar la disputa del resto de las jornadas. El virus, al igual que en el resto de competiciones de deportes de contacto de índole autonómica, ha puesto en jaque la Liga Femenina.