Como desde hace más de dos dolorosos meses, ayer por la tarde Josep Marquès Bagur (Ciutadella, 17 años), nada más llegar del IES Maria A. Cardona de Ciutadella donde estudia segundo de Bachillerato –y tras haber comido – se dispuso a lanzar algunos ‘chuts' en solitario a las porterías que tiene, por suerte, en el jardín de su casa. Así, prácticamente a diario, desde que a finales de noviembre, Marquès decidiera abandonar la disciplina del Penya Ciutadella de Liga Nacional juvenil; precisamente, un día después que el ya exjugador peñista marcara el gol del empate definitivo 1-1, en casa, frente al Calvià.
Fue un domingo 29 de noviembre y al día siguiente, Josep Marquès, solicitaba la baja al Penya Ciutadella –el club de toda su vida desde los cuatro años de edad –«porque no se sentía nada cómodo en el equipo ni en la entidad, por algunos aspectos», señalaba ayer a «Es Diari», Mari Bagur, la madre de Josep. Y el lunes 30-N empezaba el calvario particular para el joven futbolista, quien lleva más de dos meses sin jugar y ni tan solo entrenarse, «porque en el Penya, el club de toda su vida y donde siempre ha dado la cara y ha cumplido, no le quieren dar la baja», lamentaba ayer la madre, dolida, en nombre de la familia. «Es muy injusto y duro para un chico de 17 años no poder jugar a fútbol, su gran pasión, cuando lo ha dado todo por el Penya», lamentaba Mari Bagur, quien quiso aclarar que no se va, «ni por falta de minutos ni nada de eso», aclaraba de Josep, que ha tenido presencia en el equipo desde siempre.