El caso Negreira sigue avanzando poco a poco y quemando etapas, siguiendo los cauces deportivos y judiciales que podían esperarse dada la ingente información que sigue saliendo sobre el caso. No obstante, la decisión de la UEFA de abrir un expediente y una investigación al club abre una nueva dimensión de consecuencias impredecibles pero bastante peligrosas para el club azulgrana.
De acuerdo a la información recabada, la UEFA cree que el Barcelona ha podido cometer una "potencial violación de su marco legal" en relación con el caso Negreira, que investiga la justicia española y, de acuerdo al artículo 31 (4) del reglamento de Ética y Disciplina, ha designado inspectores disciplinarios para conducir la misma.
En el aspecto deportivo, y dejando a un lado la investigación judicial que en España se está realizando ya sobre el caso, con la admisión a trámite de la denuncia de la Fiscalía, la entrada de la UEFA en el caso era previsible. Con la entrada en vigor de los artículos 4.02 y 4.03 del reglamento en sus competiciones, el organismo del fútbol europeo contempla la prohibición de participar en sus competiciones a equipos que hayan estado involucrados en algún "intento de influir en el resultado de un partido sea nacional o internacional". Es decir, la participación del Barcelona en las competiciones europeas podría pender de un hilo en función de la investigación.
En la jerarquía futbolística mundial, por encima de la UEFA está la FIFA, cuyo poder sancionador es mucho mayor y llega a la capacidad de imponer descensos o pérdida de puntos, otra dimensión. Según el punto 6 de su artículo 27, esta institución se reserva el derecho a «a investigar, procesar y sancionar las infracciones graves que recaigan en el ámbito de aplicación de este código y en la jurisdicción de las confederaciones, federaciones u otras organizaciones deportivas si lo consideran adecuado en un caso determinado».