El delantero de Ciutadella, Sergi Enrich, a sus 33 años, está atravesando uno de los momentos más dulces profesionalmente desde que descendiera a LaLiga Smartbank con la SD Eibar y regresara a Segunda División. Con el permiso de una gran racha protagonizada el pasado curso 2021-22 en la Ponferradina, Enrich vive en el Real Oviedo sus mejores semanas y su mayor presencia en el área rival y jugando dentro de la zona de ataque– donde el menorquín siempre ha hecho daño– han sido determinantes para qué Enrich haya acudido al rescate del Oviedo para sellar una permanencia sosegada y sin sobresaltos virtualmente;lejos de los objetivos marcados en agosto pero un regalo, viendo cómo ha ido la temporada en el mítico estadio Carlos Tartiere.
Y buena parte de este respiro en la clasificación para el conjunto asturiano viene dado por el espectacular último mes firmado por el ciutadellenc, autor de cuatro goles determinantes y que han supuesto tres victorias y un empate para la escuadra asturiana. Penas máximas al margen, ya se puede decir que nadie ha metido más goles que Enrich en este Real Oviedo. El delantero formado en el Penya Ciutadella y en el RCD Mallorca firmó un doblete este pasado fin de semana en Eivissa ante el Ibiza y suma seis tantos– cuatro en las últimas cuatro jornadas–, dejando claro que está viviendo su mejor época con la camiseta azul. Una metamorfosis en positivo que le llega al ariete insular precisamente tras la lesión de Borja Bastón– con ocho goles (cuatro de penalti)– y la posibilidad de jugar solo, y no con otro delantero cerca, en la punta de ataque.
Sensaciones del goleador
«Las cosas han cambiado, ahora juego pisando más área y antes, tal vez, hacía un trabajo muy sucio y que no se veía, pero que el ‘míster' quiere», decía Enrich en rueda de prensa. «Tuvimos una mala racha y decidió cambiar la forma de jugar, siendo yo prácticamente el único cambio porque se pasó a jugar con un solo punta. A partir de ahí Borja Bastón se lesionó y tuve la oportunidad de jugar solo arriba. Me encuentro muy cómodo ante los dos centrales rivales, ya no me tengo que pelear con los medio centros y dentro del área siempre me ha gustado estar, es ahí donde creo que creo peligro. Ahora estoy jugando solo arriba, pisando más área», exclamaba, muy convencido.
Un Enrich que se siente, «contento, me encuentro muy bien. Físicamente estoy muy bien. Juegue donde juegue, los minutos que sean o mismamente entrenando, siempre intento ayudar a los compañeros. Nadie me puede reprochar que lo doy todo siempre, y si tengo la suerte de marcar pues mucho mejor», abundaba. Eso sí, avisa el insular, «hay que seguir luchando. Cuanto más arriba, mejor para los jugadores y nos lo merecemos, para club y afición. Nos tienen que ver entregados como estamos ahora. Podemos perder o jugar mal, pero la actitud tiene que ser esa: correr, correr y hasta que no puedas más. Y cuando no puedas más, que salga otro», dijo. «Queremos terminar bien una temporada que tuvo un inicio bastante jodido y estamos en una buena dinámica, hay que pelear hasta el final».