Este sábado, la ciudad de Nápoles recordó, conmemoró y homenajeó desde primera hora a su mayor leyenda, al mejor de todos los tiempos para muchos, por el tercer aniversario de su fallecimiento: Diego Armando Maradona. Una figura reconocida y venerada mundialmente, pero que para la ciudad partenopea —como si de una extensión de Argentina en Europa se tratase— es más que un jugador.
Es un símbolo, un icono incomparable, prácticamente un semidiós —de hecho cuenta con su propia religión— y como tal le han honrado en el estadio que lleva su nombre, como el futbolista más importante de su historia. Además, a cientos de kilómetros, el equipo napolitano le obsequiaba a su manera con una sufrida victoria 1-2 en Bérgamo ante el Atalanta para estrenar nuevo ciclo, el del italiano Walter Mazzarri a los mandos de la escuadra.
Los napolitanos, mientras tanto, han visitado a lo largo de la jornada el mural de Diego Armando Maradona más que nunca, pese al inicio complicado de temporada que desembocó en el cambio de entrenador con el despido del francés Rudi García, y con las polémicas en redes sociales con Victor Oshimen, autor del gol de la victoria en la Serie A.
Así, con la alegría y el buen augurio de la victoria que llegó ya entrada la tarde, el peregrinaje masivo hacia el mural fue debido a un motivo de celebración, la de la memoria del 'Pelusa', pero también de homenaje y recuerdo hacia el jugador que les llevó a lo más alto, conquistando dos 'Scudetti' y una Copa de la UEFA en los años 80.
Desde primera hora de la mañana, locales y turistas recorrieron las calles en dirección al altar del 'Diego' en los 'Quartieri Spagnoli' (Barrios españoles) para rememorar la figura de aquel argentino que hizo historia logrando los primeros títulos de un equipo santo y seña del sur italiano, la parte más humilde del país, colocando a la ciudad de Nápoles en el mapa. Un hito que el equipo solo ha podido conseguir 33 años después, en el estadio que lleva, precisamente, el nombre del astro.
En redes sociales, los seguidores napolitanos pidieron que todo aquel que visitara el emblemático mural llevara una vela 'led' para dejarla encendida todo el día en su memoria. A las 18.00 horas, eso sí, toda Nápoles estuvo pendiente del televisor viendo el partido y la victoria de su equipo contra el Atalanta.
Muchos se reunieron para ver el partido juntos en los bares más transitados de los 'Quartieri Spagnoli' para estar cerca del protagonista del día, al que después del partido, a partir de las 21.00h, se homenajeó en su estadio. Allí se reunieron los aficionados con antorchas para honrar su memoria, justo cuando se cumplían tres años de su muerte, a los 60 años en su casa en Argentina.
Además, el escultor italiano Domenico Sepe presentó una nueva estatua dedicada al 'Pibe de Oro', algo que ya hizo en 2021 con motivo del primer aniversario de su fallecimiento y que donó al Ayuntamiento de Nápoles, pero el municipio tuvo que devolverla al considerarla de demasiado valor para una donación.