La jueza sospecha que el contrato que llevó la Supercopa de fútbol a Arabia Saudí pudo llevar aparejado «un pago en especie a favor» de su entonces presidente, Luis Rubiales, y otros cargos directivos, que consistía en la cesión de terrenos en aquel país «para la posterior gestión de negocios hoteleros».
Así consta en el auto que dictó ayer la titular del juzgado de instrucción número 4 de Majadahonda (Madrid), al que ha tenido acceso EFE este martes, en el que impone a Rubiales la obligación de comparecer mensualmente en el juzgado y le ordena pedir autorización cada vez que quiera viajar fuera del país.
La magistrada estimó que estas medidas garantizaban la presencia de Rubiales y no vio «motivo» para inferir que «pueda obstaculizar la instrucción». La defensa de Rubiales, por su parte, argumentó que tenía arraigo en España y que siempre ha estado a disposición de la justicia.
Pese a la versión que aportó Rubiales ante el juzgado, donde negó haberse llevado «un céntimo» de la Federación o haber cobrado comisiones por el contrato de la Supercopa, la magistrada sigue sospechando que dicho contrató conllevó, además de los 40 millones de euros para la RFEF, pagos en especie para el expresidente, «otros cargos directivos» y «personas vinculadas» a la Federación.
«No se pactó ninguna comisión en especie ni nada diferente del contrato», aseguró ayer Rubiales, según informaron a EFE fuentes jurídicas, en una comparecencia que duró más de cuatro horas.
En aquel contrato, formalizado el 11 de septiembre de 2019 entre la RFEF, la mercantil Kosmos Global Holding, propiedad del exjugador blaugrana Gerard Piqué, y la entidad saudí Sela, también se pactó el pago de «una prima de éxito para el comisionista (Kosmos) de 3 millones de euros».
La jueza recela de la «posición de garante» que asumió la RFEF frente a Kosmos, considerando esa prima de éxito «como una obligación esencial del acuerdo», en tanto que se reservaban el derecho a rescindir un contrato que «para la Federación representaban unos ingresos de aproximadamente 40 millones de euros para el período 2020-2029 ante una eventualidad económica propia del ámbito privado del acuerdo entre Kosmos y Sela».
Y añade la magistrada que «poco después de la firma del acuerdo», Rubiales constituyó un entramado de sociedades, alguna dedicada al alquiler de inmuebles.
Rubiales aseguró en su declaración que la RFEF nunca negoció la condición de Kosmos con la empresa saudí, sino únicamente el dinero que llegaría a la Federación, y negó haber pedido a Piqué que le diera parte de la comisión al ente federativo, de acuerdo a las fuentes consultadas.
Según su versión, fue Kosmos quien propuso la cláusula sobre su comisión para asegurar que la empresa Sela les pagaría y la RFEF dijo que no pagaría «ni un céntimo al intermediario».
Negó que hubiese ningún «contubernio» o que la RFEF buscase a Kosmos para llegar a acuerdo, sino que, según dijo, fue esta empresa quien les llamó para proponer a la mercantil saudí, y defendió que todo fue «muy limpio» y que el dinero que ganó la Federación con este contrato «salvó el fútbol porque el fútbol en pandemia hubiera muerto», según las fuentes.
La magistrada también apunta en su auto a la contratación bajo el mandato de Rubiales de la empresa Gruconsa, que realizó las obras en el estadio de La Cartuja que también están siendo investigadas, y la integración de Rubiales en el entramado societario de su amigo, el exfutbolista Francisco Javier Martín Alcaide, Nene, a quien se investiga si recibió pagos de esta empresa vinculados a la contratación por la RFEF.