En un ‘mundillo’ del deporte en general y del fútbol en particular de cada vez más profesionalizado y específico la figura del entrenador especialista en la preparación de guardametas ha ido cogiendo una fuerza determinante en Menorca y además de, en general, cada club tener a un responsable en esta faceta, la irrupción de la Escola de Porters Menorca en su día fue decisiva para que de cada vez los guardametas del presente y futuro de la Isla sean más fiables y seguros, dentro y fuera del campo. Y entre el ramillete de entrenadores especialistas de la posición más solitaria y, a veces ingrata, del fútbol está la joven Mireia Bonilla Quevedo, de 21 años, guardameta del CCE Sant Lluís de Lliga Autonòmica y entrenadora de porteros en la Escola de Porters Menorca.
Bonilla, en su empeño por crecer como técnica de porteros y hacer progresar a sus alumnos, acaba de sacarse el Curso Federativo de Especialista en Entrenamiento de Porteros de Fútbol Nacional C, el llamado UEFA C Porteros, curso de la Real Federación Española de Fútbol llevado a cabo en el ente de las Illes Balears de forma presencial y ‘on line’ en Mallorca. Y la del Sant Lluís ya es del selectísimo grupo de entrenadores en la Isla con el mismo título y siendo la única mujer en poseerlo. Bonilla, que aún juega en el Sant Lluís autonómico y desde que empezó a jugar a fútbol a los diez años y con el Atlético Villacarlos siempre eligió la portería, «no sabría decir el porqué pero desde antes jugaba con mi hermano y él practicaba ‘chuts’ y yo me los intentaba parar. Desde ahí nunca me planteé estar en otra posición», nos explica, entre risas.
Bonilla el año pasado estuvo de entrenadora del Prebenjamín B de Sant Lluís pero se ha ido dando cuenta que le gusta más estar con los porteros. Y es por ello que la menorquina se pasa la temporada de verano trabajando en actividades en el mar, para, en invierno, aprovechar para estar al cien por cien en la Escola de Porters y seguir formándose en diferentes cursos profesionales. «Decidí sacarme el UEFA C Porteros gracias a Joan Orfila; me lo comentó e incitó a hacerlo y al tener tiempo y ganas de seguir formándome, fui a por ello», nos explica, agradecida a su gran descubridor, Orfila. «Él vio algo en mí y me empezó a guiar para entrar en este mundo del entrenamiento de porteros», relata, enormemente agradecida, «de lo aprendido con él, para mí, todo un referente. Me gustaría que mis porteros disfruten tanto de la portería como lo hago yo», asegura Bonilla.
La técnica de porteros ve muy importante, «el aspecto psicológico, que debe trabajarse a fondo en el guardameta, ya que no todo el mundo está preparado para afrontarlo», razona. Y es más, en el tema aéreo, abunda, «es de las acciones más importantes en el partido del portero», analiza una Bonilla que, de momento, «nunca me he planteado llegar a ser profesional pero si tuviera la oportunidad creo que sería una experiencia única» exclama. En Menorca la entrenadora ve mucho talento pero lo que más le importa es que «veo mucha pasión en la gran mayoría de porteros de la Isla y ganas de aprender a diario».
Y valora el hecho de que ella juegue de portera a la hora de formar a los demás. «Ayuda a poder entrenar a los porteros partiendo de lo vivido en la portería. Me gustaría que mis porteros fueran mejores personas y más locos y apasionados con esta posición», expresa a corazón abierto y orgullosa del ‘boom’ femenino en Menorca. «Cuatro equipos femeninos es toda una ilusión; y ver a muchas niñas jugando es superbonito. Cuando yo empecé solo veía a dos chicas de mi edad contra mí y ninguna en mi club. Ahora ver que hay más de dos en algunos equipos o poder hacer una Selecció de Menorca femenina es para estar muy orgullosos de su valentía y de que haya clubes que apuesten por ellas», razona, confiando en «seguir viendo muchas más chicas disfrutando tanto del fútbol como yo».