Sorpresas te da la vida. Poco o nada se habría imaginado el ciutadellenc Jesús Sastre que acabaría defendiendo la portería del Sporting de Mahón en las pasadas semifinales de la Copa de la División de Honor y que colocaría a los suyos en la gran final de pasado mañana en el Municipal de Los Pinos frente al CE Ferreries.
Un inoportuno esguince de tobillo sufrido el miércoles de la semana pasada por parte del portero titular de los de Jordi Pons Gregorio, Javi Ruiz, llevó a Sastre– a sus 38 años y tras haberse retirado el 2018 en las filas del CD Migjorn–, a tener que volver a ponerse los guantes bajo palos. Y ni tan mal, tras retirarse a los 31 años.
Sastre, uno de los mejores guardametas que ha dado la Isla las últimas décadas y que llegó a debutar en Segunda B con el actual Girona de Primera además de su largo periplo en la Tercera RFEF, cuenta a «Es Diari» su inesperada aventura. «Hace dos semanas decidimos en el club que se me haría ficha de jugador, por si pasaba algo, y mira las cosas de la vida. Juego una semifinal y en el pueblo que me ha acogido siempre como uno más», relata el ciutadellenc, en referencia a Alaior.
El portero, que exclama que ha sido «algo temporal» aunque Ruiz podría ser duda hasta última hora y no está descartado para la gran final, nos admite que el sábado, «me vi bien, la verdad, para llevar siete años inactivo. Supongo que uno nunca pierde del todo lo que tiene», bromea Sastre, que ya hace tres años hizo un amago con el Sporting, «como ayuda también. ¿Estar en la final? Ya veremos», suspiraba Sastre, entrenador de porteros del club de Bintalfa.
El fútbol actual en Menorca
El meta de Ciutadella, amplio conocedor del momento actual del fútbol, asegura que «la escuela de porteros está haciendo un gran trabajo para formar porteros y sobre todo personas», piensa, en un fútbol insular, «que no diría que haya ido a menos, sino que la mentalidad es diferente de los jóvenes pero veo mucho nivel».