Tocado por lo duro del momento, Nicolau Mir seguía sin salir de su asombro por lo vivido en Bercy en las clasificatorias del concurso por equipos, aparatos y completo de gimnasia artística masculina de los Juegos Olímpicos de París, donde el ejercicio de paralelas se convirtió en un grave problema para el isleño y algunos de sus compañeros. «No nos ha pasado nunca», confesaba el deportista del Xelska Illes Balears. "Ojalá pudiera dar una explicación. Ha sido de repente. No podíamos ni coger las paralelas. Es el peor aparato en el que te puede pasar eso. Hemos tomado isotónicos, geles, azúcar... de todo", confesaba incrédulo por lo vivido el balear.
Cuestionado si podía deberse a la exigencia del momento, fue claro Mir. "Tensión, claro que hay tensión. Pero puedo estar media hora hablando y no encontrar explicación", insistió el gimnasta mallorquín, que tenía claras las opciones del equipo español lde cara a estar entre los ocho mejores. «La final estaba ahí», sentenciaba el gimnasta, que no pudo acabar el ejercicio de paralelas por esas molestias físicas que le apartaron de toda opción.