Dos pasos, tal vez los más complicados, separan al fútbol femenino balear de sus primeras medallas olímpicas en París 2024. Las que podrían colgarse al cuello las mallorquinas Mariona Caldentey, Cata Coll y Patri Guijarro, que con la victoria de España ante Nigeria (1-0) aseguraron el diploma y el pase a los cuartos de final del torneo olímpico, que trasladan desde Nantes a Burdeos para medirse este miércoles a Brasil (17 horas) en el cierre de un primer tramo inmaculado, aunque sufrido.
Seis puntos, dos trabajadas victorias por la mínima ante Japón (2-1), con gol decisivo de Caldentey, y frente a Nigeria han aupado a las jugadoras de Montse Tomé, actuales campeonas del mundo y grandes favoritas al oro, por la vía rápida a los cruces. Ahora, falta saber cuál será el camino, toda vez que el destino ha dibujado un escenario en el que es posible hasta un triple empate a seis puntos en la tabla del Grupo C. Si Brasil gana a España y Japón hace lo propio con Nigería, se consumaría.
Ahí es donde los números colocarán a España en primer o segundo puesto, salvo sobresaltos, con los cuartos de final del 3 de agosto en el horizonte y la posibilidad, en caso de ser segundas, de jugarlos en el Parque de los Príncipes de París. Ese duelo mostrará el camino hacia el podio, el oro o te dará el billete de vuelta a casa, un marco que no se contempla en un equipo que ha sabido estar en sus dos apariciones y llegará más rodado y suelto a la fase decisiva del torneo.
El reto es llegar a los últimos días de los Juegos, pero especialmente al sábado 10, a las 15 horas y de nuevo en París. En el Parque de los Príncipes se dirimirá el partido por la medalla de oro, pero un día antes (viernes 9, 17 horas) sabremos en Lyon qué equipo se lleva el bronce.
Mariona, Cata y Patri están a dos pasos, dos victorias en cuartos y semifinales, de reeditar la gesta de Rudy, Llull y Abrines, bronce en Río 2016, reuniendo a tres deportistas baleares en un mismo podio. Pero quieren más, y eso pasaría por superar el registro de 'Chichi' Soler y Gabriel Vidal en Barcelona 92, ambos oro con la selección de fútbol. Aquí, el brillo y la gesta serían triples.