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TENIS

Demasiado Djokovic para Nadal

El serbio pasa por encima del mallorquín y le apea del cuadro individual de los Juegos en el que podría ser su último partido individual en París

Rafel Nadal lamenta un punto perdido durante su partido ante Djokovic. | FRANCK ROBICHON

| París |

Cuarenta y seis títulos de Grand Slam sobre la tierra de la Philippe Chatrier. Aires de venganza olímpica tras el precedente de Pekín y un clásico del tenis mundial que alcanzaba su capítulo número sesenta en un escenario icónico dentro de esta rivalidad: Roland Garros. Nadal y Djokovic abarrotaron la tribuna de prensa y la central en un buen lunes a mediodía. Pero valía la pena. El cuadro del torneo de los Juegos de París deparó uno de los platos fuertes, una final anticipada a las primeras de cambio y la expectación era total. Y apenas 24 horas después de un esfuerzo maratoniano para el balear en su debut ante el húngaro Fucsovics, que unido al doble cargaba de horas de juego y pista al de Manacor, que cedió ante la incontestable superioridad del balcánico (6-1 y 6-4).

Poco menos de hora y tres cuartos (1:43) para cerrar el que pudo haber sido el último partido individual del rey de Roland Garros en la central de París, quedando fuera del cuadro individual y focalizándolo todo en el doble con Alcaraz. Y eso que pudo forzar la tercera manga tras una primera desastrosa, pero Djokovic reaccionó a tiempo para evitar la resurrección del mallorquín.

Las caras, lo gestos de los protagonistas lo decían todo. Serios, concentrados, sabedores de que no era un partido más y que el perdedor se iba a marchar demasiado pronto. Nadal apretó en el juego inicial visionando algunos de su golpes ganadores desde el fondo de la pista, pero Djokovic fue más efectivo. Y lo fue tanto que rompió el saque del balear en la primera oportunidad que tuvo para refrendar y hacer bueno el 'break' en el tercer juego de un primer set que el serbio parecía encarrilar (3-0).

Nadal y Djokovic se saludan antes de iniciarse el partido.

El cuarto juego fue un intercambio de golpes, de garra. Djokovic tuvo que esperar a su tercera bola de 'break' para hacerlo suyo ante un Nadal que lo probaba de todas las maneras, pero que no se mostraba del todo fiable con el saque. El balcánico elevaba el 4-0 al marcador. Y sin pestañear y con su saque, un 5-0 contundente. Demasiado para un Nadal molesto con su saque y su juego, además de visiblemente lastrado por el ritmo de los Juegos.

Salvó el 'rosco' Rafael, aunque levantar la primera manga sonaba a misión imposible (5-1). En apenas 38 minutos despachó Novak el primer parcial (6-1) con una superioridad inimaginable, aunque conociendo a Nadal, todo era posible. Y más, ante su público y en la pista en que tantas y tantas veces ha reinado.

Rafael Nadal intenta devolver la bola ante el serbio Djokovic.

No se alteraba el guión en el arranque de la segunda manga. Nadal mejoró exponencialmente con su servicio, pero 'Nole' buscó la línea de fondo y le obligó a correr haciendo eterno el punto inicial, que después de dos ocasiones para romper el saque del español fue a sus manos, cerrando el segundo por la vía rápida y firme en el saque Djokovic (2-0). Nunca dejó de creer el rey de la Chatrier, de nuevo espoleado por el público, empuje que no pudo evitar otro 'break' del serbio para subir el 3-0 y reducir las esperanzas del balear, obligado a una gesta de diimensiones industriales ante un tenista excepcional.

Nadal, en un descanso del partido ante Novaj Djokovic.

Sin mostrar fisuras, sólido seguía haciendo su camino Djokovic, que no cedió hasta ese momento un solo saque y extendió su dominio en el set y el partido con un 4-0 que recortó Nadal a base de coraje y fe para anotarse el juego de la esperanza y la ilusión. El 15-30 y el 30-40 en el sexto juego a favor del balear le dieron una bola de 'break' y oxígeno a la vez que su rival perdía efectividad en el servicio. La doble falta que subió el 4-2 al marcador era la evidencia. Había vida. Y más con el 4-3 que presionaba a un Djokovic en sus horas más bajas del partido, pero que seguía teniendo en su mano y en su saque el duelo, que volvía a ser una fiesta en las gradas, que festejaban a lo grande cada acción ganadora de su ídolo.

Confirmó la igualada Nadal con un 'break' que hizo enloquecer a todo París (4-4) ante un oponente desconcertado, fuera de sí y del partido, que adquiría otro tinte muy distinto. De cuatro opciones de rotura dispuso Djokovic en el noveno juego, que resolvió con sangre fría y una dejada (5-4) para tener la ocasión de cerrar el partido con su saque. Le costó más de lo previsto, pero un 'ace' puso fin a la aventura individual de Nadal (6-4) en su tierra prometida. Ahora, todo al doble.

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