Carlos Alcaraz metió una marcha más a su periplo en París 2024, tumbó, con solvencia en el primer set e incertidumbre en el segundo, al estadounidense Tommy Paul por 6-3 y 7-6 (7) y se instaló en las semifinales de los Juegos Olímpicos.
La baza más fiable del deporte español en esta modalidad no falló. Fiel a su estilo y a su juventud, arrolló a su rival. Desconectó después, pero reaccionó como tantas otras veces hasta sellar la victoria en dos horas.
Alcaraz espera ahora a su próximo rival, que saldrá del partido entre el canadiense Felix Auger Aliassie y el noruego Casper Ruud. En cualquier caso, dispone de dos opciones de medalla. El triunfo le lleva a la final, al oro o la plata. La derrota aún le permitiría disputar otro partido más, por el bronce.
Pero Carlitos quiere el oro. Tras la tempestad emocional de la víspera llegó la calma. Y la rutina. Y desde hace ya algún tiempo lo habitual en Carlos Alcaraz es su presencia en los tramos finales de los eventos, su condición de favorito.
El reencuentro con el cuadro individual puso las cosas en su sitio en la jornada matinal de Roland Garros con el español como actor principal en la pista Philippe Chatrier, que presentó un aspecto en sus gradas lánguido, sin completar. Distante de la tradicional demanda olímpica. Nada que ver con la atmósfera que pocas horas antes había generado el dobles con Rafael Nadal.
Carlos Alcaraz carece de la ascendencia de Nadal con París. Nada que ver. El balear arrastra masas en Roland Garros, genera devoción, levanta pasiones. Sus partidos son de alta demanda. Pero el murciano ha cogido la rueda del ganador de veintidós Grand Slam y va por su camino. El tiempo dirá hasta dónde puede llegar. De momento, con cuatro títulos grandes en su mochila, a los 21 años, ya apunta al oro, al podio al que solo optan los elegidos. Para ampliar su historia, alimentar una leyenda que va acelerada.
El quinto jugador español en alcanzar las semifinales individuales masculinas en un torneo olímpico tuvo una puesta en escena firme, poderosa. Marcó distancias desde el principio ante un rival distanciado en el ránking en seis puestos. El de Nueva Jersey es noveno. Alcaraz, tercero. No hacía concesiones el reciente campeón de Roland Garros, que recuperó la frescura que dio la sensación de dejar de lado en el compromiso de dobles del día anterior.
Sobre todo con el saque, a excepción del parcial inicial que abrió el partido, que ofreció a Paul sus primeras ocasiones de rotura, el murciano llevó el mando. El estadounidense, acostumbrado a elevar su rendimiento en pistas rápidas, no encontraba soluciones.
El aseado servicio y el juego de ataque sobresalen más en cemento, la superficie en la que logró las dos victorias ante el español, ambas en el Masters 1.000 de Canadá y donde ha fraguado su historial, con éxitos en Dallas y Estocolmo, que une al de Queens, en hierba.
La rotura en el sexto juego le llevó directamente a ganar el set y apuntarse la mitad del objetivo. Otra cosa fue la segunda manga, en la que sufrió una desconexión. Paul, derrotado semanas atrás, en Wimbledon, por el español siguió a lo suyo. Y su momento llegó en el inicio. Por primera vez rompió el estadounidense, que empezó a buscar la red y logró un 3-0.
Paul, olímpico por segunda vez, que no pasó la primera ronda en Tokio 2020 y que antes del choque con Alcaraz solo había ganado uno de los últimos cinco partidos contra un jugador top 5, contra Danii Medvedev en Roma este 2024, encontró como dañar al murciano menos preciso al servicio y más errático, sobre todo con la derecha.
Ya dio síntomas de despistes en el segundo set ante Roman Safiullin y también contra el neerlandés Tallon Griekspoor, aunque en ambos enmendó el panorama y amarró la clasificación por la vía rápida.
También aquí, contra Paul. Aunque el riesgo fue mayor. Transitó en el alambre frente un rival de más entidad, atrevido, que quiso apurar sus opciones. Pero Alcaraz es de los elegidos. Con 5-3 y saque, el tenista de Nueva Jersey sacó para cerrar la manga. Resurgió ahí Alcaraz, que con una derecha imposible superó a su rival en la red y cerró la necesaria rotura que llevó otra vez el equilibrio al parcial y la iniciativa al español.
Completó la tarea el de El Palmar con la victoria de su saque. El partido quedó en manos del 'tie break'. Fue un vaivén de emociones el tramo final. Alcaraz lo pudo cerrar una primera vez, al resto. Y Paul tuvo también opción de set que salvó el español. Fue a la segunda en un error, un tiro largo del estadounidense, como cerró el triunfo el murciano, metido de lleno a por las medallas.