Pese a que fue el ciclismo el que marcó el ritmo durante un tiempo, recogiendo el testigo de la vela, es el baloncesto el deporte que más medallas olímpicas ha dado a Baleares a lo largo de sus 124 años de participaciones en los Juegos. Desde Pekín 2008, cuando Rudy Fernández ganó la plata, y hasta la conseguida por Juana Camilión en París 2024 en 3x3, van ocho preseas. Dos más que el ciclismo y el doble que el fútbol, quedando más atrás la vela, que inauguró el casillero global en Barcelona 92, y el piragüismo, ambos con tres, siendo las dos modalidades con más éxitos en el cómputo global español.
La cuenta del deporte de la canasta la abrió Rudy con la plata de Pekín 2008, la segunda en la cuenta española tras la legendaria de Los Ángeles 1984. Cuatro años después, se dobló la cuota balear en Londres y llegaron dos platas. La del pequeño de los Fernández y el menorquín Sergio Llull, primer medallista olímpico de su Isla. La racha siguió en Río 2016; de dos pasaron a tres y el bronce fue el premio que se trajeron Rudy, Llull y el recién llegado Álex Abrines.
A la par, el baloncesto femenino español alcanzaba su mayor cota de todos los tiempos al colgarse la plata en aquellos Juegos de Río, tras caer en la final ante Estdos Unidos y después de aquel desenlace de vértigo en cuartos ante Turquía. La 'binissalemera' Alba Torrens era una de las artífices de aquel éxito, que daba continuidad a los títulos europeos y medallas en Mundiales alcanzados por la selección femenina.
Juana Camilión se suma ahora, de la mano de novedoso baloncesto 3x3, a la lista, a este selecto club de medallistas olímpicos baleares en el deporte de la canasta y en el montante total las eleva a 28 conseguidas por 20 deportistas diferentes y en ocho disciplinas distintas. A falta de saber si la de Camilión será de oro o plata, su nombre ya forma parte de esta pequeña gran historia.