El seleccionador de Marruecos, Walid Regragui, continúa su cruzada contra las estadísticas y en vísperas de jugarse contra Francia el pase a la final del Mundial de Qatar sostiene que pueden «dar la sorpresa» frente al «mejor equipo del mundo», al que pretende doblegar «con fervor y espíritu colectivo». «Todavía tenemos hambre y no estamos cansados», asegura el técnico como aviso a quienes consideran que Marruecos llega más fatigada que Francia y con los deberes ya hechos.
El seleccionador, auténtica revelación del torneo, cree que ya no sirve mirar más las estadísticas, porque «han fracasado». «Al principio de la competición nos daban un 0,01 % de opciones de ganar. Ahora supongo que nos darán más. Vamos a tirar por tierra esas estadísticas», bromea Regragui, que sin embargo cree que sería «un salto atrás» conformarse con lo logrado.
«Yo busco un cambio de mentalidad profundo. Si nos contentamos con la semifinal no habremos roto esa frontera. Estamos aquí para ganar el Mundial. Puede parecer una locura, pero es lo que buscamos», señaló este franco-marroquí que, asegura, ha buscado en los valores del mundo árabe herramientas para buscar el triunfo.
En particular, la familia, sobre la que se basa parte de su rendimiento. Los jugadores están en Catar acompañados de sus esposas y padres y esa fuerza, dice el técnico, se trasmite en el campo, donde todos juegan por la misma causa.
Ese contexto ha servido también para asimilar en un mismo proyecto a muchos marroquíes de la diáspora, que triunfaban en Europa y que han decidido defender los colores de su país. «En el momento que estás en la selección eres marroquí. Yo no miro dónde ha nacido uno u otro», señala. De entre ellos destaca el defensa Achraff Hakimi, nacido en España y que tendrá enfrente a Kylian Mbappé, su compañero en el PSG.
«Nadie le conoce mejor que él, que entrena todos los días a su lado y sabe qué tipo de jugador es. No vamos a hacer un dispositivo especial contra Kylian porque desgraciadamente para nosotros no solo tienen a Kylian. Tienten a Griezmann, que es muy peligroso, o a Dembelé, que es el perfecto complemento de Mbappé por la otra banda», dijo. «Pero va a ser un duelo interesante, son dos campeones que no se van a hacer concesiones. No nos centramos solo en Kylian, vamos a tratar de crearles problemas. Pero Achraff estará al 200 por cien para superar a su amigo», señaló.
Regragui rechazó las críticas de que Marruecos es una selección muy defensiva y criticó «el dogma de la posesión del balón, que no sirve para nada si luego solo tiras dos veces a portería». «Creo que el que mejor lo ha entendido es el seleccionador de nuestro rival de mañana (Didier Deschamps) que sabe adaptar su juego a las circunstancias. El 'tiki taka' puede estar bien si tienes jugadores como Bernardo Silva. Pero creo que la posesión no sirve para nada si no marcas. Aquí estamos para ganar. Si Francia nos da el balón lo tomaremos, pero no creo que nos lo den», dijo.
El seleccionador marroquí sabe que jugarán «en casa» con el apoyo de la mayor parte de la afición, consideró a los marroquíes «los mejores fans del mundo, a la altura de los argentinos o los brasileños, que se dejan una fortuna para apoyar a su país». Pero sabe que también tendrá el apoyo de otras nacionalidades porque su objetivo es «poner a África en el techo del mundo» y porque también llevarán la bandera del mundo árabe. «No queremos desperdiciar esta oportunidad. No quiero que dentro de 30 años se repita este debate, que nos hagan las mismas preguntas. Estamos aquí para marcar territorio», dijo.