Decididamente las fiestas de Sant Nicolau no le sientan nada bien al CE Mercadal que nunca, en sus tres años en Tercera, ha conseguido ganar en casa en estas fechas. Y al menos en esta ocasión no hay que buscarle más excusa ni explicación que la lógica consecuencia de un muy flojo partido del equipo de Yeray Rodríguez que se vio superado en tres cuartas partes del encuentro por un Poblense que vino con la lección bien aprendida y mejor ejecutada.
A semejanza del partido frente al Constancia, el CE Mercadal se vio maniatado y dominado desde el principio por un rival muy bien posicionado que se anticipaba siempre, jugando un excelente fútbol que tuvo su mejor expresión en un gran pase a la espalda de los defensores locales que aprovechó Toni Coll -el mejor jugador sobre el campo- para de perfecta vaselina inaugurar el marcador.
El gol no tuvo la réplica esperada por parte de los locales que seguían sin dar pie con bola, anulados sus delanteros, en franca inferioridad sus medios, y donde solo se mantenía a duras penas la defensa que al menos evitaba que el dominio visitante se tradujera en ocasiones de gol, obligando a Canals y Charles a intentarlo en tiros lejanos que atajó sin apuros Cristian.
Antes del descanso el CE Mercadal dio señales de vida en una jugada de Mario Mora invalidada por fuera de juego, y nada más reanudarse el juego forzó un par de córners que al menos hicieron aparecer a Gost. Pero fue un espejismo, porque todo siguió igual, e incluso pronto peor, porque en el 58' un duro disparo de Charles se coló en la red local pese a los esfuerzos de Cristian, que llegó a tocar el balón.
Al CE Mercadal le faltaba la chispa de anteriores temporadas para recordar sus espectaculares remontadas, pero empezó el Poblense a recular algo y se encontró en el 75' con un inquietante 1-2 al transformar Marcos de manera impecable un golpe franco.
Con este balón de oxígeno y los cambios tácticos de Yeray el partido cobró la añorada emoción y la posibilidad incluso de un sorprendente empate totalmente inesperado por el juego desarrollado hasta aquel momento por ambos conjuntos. Pero bastó para que el Poblense empezara a dudar, se dedicara a ganar tiempo en sustituciones y jugadas a balón parado, para que se llevara el gran susto en el minuto 90 cuando un perfecto cabezazo de Mario Mora se clavó en su puerta, pero el asistente vio fuera de juego y levantó su banderola esfumándose el milagro, que hubiera sido sin duda para el CE Mercadal salvar ayer tarde un punto. Al final, segunda derrota en casa.