La atacante-receptora María José Garrido (Lugo, 1981), más conocida como 'Pepo', volverá a jugar mañana en una cancha que conoce bien, la del Pavelló Municipal de Ciutadella. No en vano, la actual jugadora del Universidad de Burgos defendió durante una campaña, la 2008-2009, la camiseta rojilla.
De aquella época recuerda con cariño "el grupo que formábamos" y la Copa de la Reina que organizó el club. Admite que "sigue siendo especial y motivante" pisar su antigua cancha porque se reencontrará con "la afición, que apoya mucho", y también con "la gente del club y mis ex compañeras". Sin embargo, la gallega avisa de que "es algo habitual en la superliga tener enfrente a gente con la que has jugado". "Son muchos años y nos conocemos todas", revela.
El Universidad de Burgos, un conjunto que intentará "luchar por el título", según Garrido, llega a Ciutadella como segundo clasificado después de haber protagonizado un buen arranque liguero. La semana pasada perdieron ante el vigente campeón, el Jamper Aguere. "No hicimos un buen partido y, sin embargo, estuvimos a punto de ganarles", concede.
El secreto de su equipo, afirma, es la fuerza del bloque. "Todas somos jugadoras completas, nadie destaca por encima de las demás", dice, "nos conocemos muy bien y estamos bastante coordinadas". También advierte de que "somos gente muy luchadora, a pesar de tener algunas carencias técnicas, somos competitivas".
Una de las preocupaciones en el vestuario burgalés es el castigo que la federación ha impuesto a la central Sara González por no acudir a una convocatoria de la selección. "Es una sanción injusta", se queja, "lo han pagado con ella pero mil jugadoras renuncian cada año y no pasa nada". Lejos de afectarles esta circunstancia, Garrido considera que ha contribuido a "unir todavía más al equipo". Las burgalesas vestirán unas camisetas de apoyo a su compañera antes del duelo de mañana.
Pero, en la cancha, ¿cómo contrarrestarán el poderío del Valeriano Allés? La atacante-receptora considera que la receta deberá basarse en la intensidad en la defensa y el bloqueo y contar con unas gotas de buen saque, y una pizca de trabajo para anular a las centrales locales. Pese a ello, Garrido considera que el equipo rojillo "tiene la mejor plantilla de la superliga".