Jeroni Coll es un joven de 23 años de Ferreries al que despertaron de su sueño de ser futbolista profesional de dos formas demasiado bruscas. La primera, en forma de rotura del ligamento lateral externo de su rodilla derecha o lo que es lo mismo, siete meses de baja. El otro durísimo revés, la desesperante situación de impagos que le tocó sufrir junto con sus compañeros en el Sporting Mahonés. Batallador como pocos, ahora se ganan la vida trabajando en Ganados Palliser, cumpliendo como hacen otros tantos jóvenes con un horario para llegar a final de mes mientras suple sus ansias de fútbol en las filas del CE Mercadal.
¿Un paso atrás? Quizás una reordenación de prioridades para un joven que ya tuvo el aplomo de marcharse de casa a los 16 años para jugar en el Juventud Sallista y luego en el Mallorca. "En el Sporting no había dinero pero sobraban las mentiras", recuerda el jugador que admite que "estoy bien de la lesión aunque otros años he estado mejor físicamente" y desvela un aspecto que no acompaña a su bravura en el campo y por lo tanto sorprende: "Todavía tengo miedo de hacer un mal gesto".
¿Cómo se encuentra?
Estoy bien pero no en la forma física que estaba en los otros años. Esto se debe a los siete meses que he estado parado y porque en Tercera hay menos exigencia y a estas alturas el año pasado llevaba el doble de entreno. Espero ir cogiendo el ritmo.
La lesión le ha dado una tregua y es titular indiscutible.
Me responde bien, de momento, y no me he resentido. No estoy en la forma que me gustaría pero lo conseguiré poco a poco.
¿Cómo ha vivido esta lesión que ha durado siete meses?
Ha sido muy duro porque a pesar de que estas cosas entran dentro del mundo del fútbol nunca esperas que te pase a ti. La recuperación ha sido larga pero son cosas con las que convivimos los que jugamos al fútbol. Qué le vamos a hacer, paciencia y ganas.
¿Le pasó por la mente una retirada prematura?
Siempre me ha gustado jugar al fútbol pero ves cómo están las cosas, equipos que están igual o peor que el Sporting Mahonés y no quieres arriesgar demasiado.
¿Qué sintió cuando volvió a jugar?
Fue un alivio. Lo echaba de menos aunque al principio vas con miedo por si haces un mal gesto o ver cómo responde la rodilla. Todavía tengo que coger confianza porque la rodilla responde y siempre seguir hacia adelante y quedar lo más arriba posible con el Mercadal.
¿Qué ha cambiado del año pasado a este?
Es otra categoría. Tercera no es profesional, solo se entrena una vez al día porque nadie vive de esto y el nivel, sin faltar al respeto, es otro.
¿Cómo ve al Mercadal?
Creo que tenemos una buena plantilla a la que quizás le cuesta un poco marcar pero confío en que superaremos este aspecto porque tenemos equipo para salvarnos sin apuros y a partir de ahí luchar por quedar lo mejor posible.
¿Qué opina de Yeray Rodríguez?
Es un entrenador joven que tiene mucho camino por recorrer y es fiel a unas ideas claras. Es un buen técnico.
¿Esperaba alguna oferta de fuera o se decantó desde un principio por el Mercadal?
Cuando me lesioné estaba cansado de la Segunda B, viajar cada 15 días y encima sin cobrar. Me cansé, tenía ganas de probar otro nivel. Ahora es distinto, solo viajas el mismo día, juegas y vuelves.
¿Pensó en arrojar la toalla?
No. Tenía muy claro que quería seguir jugando a fútbol mientras la rodilla respondiera. Estaba confiado de que lo superaría.
¿Cómo recuerda su experiencia en el Sporting Mahonés el año pasado?
Es una situación que no se la deseo a nadie, ni a ningún trabajador ni a ningún futbolista.
Si trabajas cada día o entrenas, cumples y compites y luego no te pagan y te mienten es desagradable y quema mucho. No había dinero pero sobraban las mentiras. Pronto empezaron los nervios. Lo que más me dolió es que el presidente, Paco Segarra, no me llamara ni se preocupara por mi en ningún momento después de lesionarme. Me decepcionó muchísimo.
Hay quien dice que se negó a jugar un partido harto por la situación.
Fui a hablar con Mati Borsot, que por entonces era el entrenador, a decirle que no estaba en condiciones de jugar. Acordamos que no me convocaría y ya está. No hubo más. No estar bien para jugar puede ser por culpa de problemas físicos o mentales. Llega un momento que no aguantas más la situación o que no estás preparado. No me negué.
¿Se plantea volver al fútbol de élite?
Viendo como está el panorama ni me lo he planteado. Si llegase algo lo tendría que meditar. Ahora en Menorca estoy trabajando en Ganados Palliser y estoy bien. No te puedes fiar de nada ni nadie, no es tan fácil hacer la maleta y marcharte, tienes que confiar y estar ilusionado porque sino se te hace demasiado duro.
¿Añora la Segunda B?
Estoy contento así pero si cobras en Segunda B es otra forma de vivir que también gusta. Si no te pagan, aunque te encante el fútbol, no disfrutas, el día a día se te hace muy duro.