En cierta época hubo una persona que rehusó terminantemente dejarse desalentar. Todo le salía mal, un percance tras otro de manera injusta, sin que fuera su culpa, pero siempre mantenía su serenidad. Es una historia bíblica y se trata de José, el soñador… Me recuerda a Irene y sus maltrechas rodillas, las que cursaban invitación a la fiesta de final de carrera deportiva adelantada. Tenaz, luchadora, convirtió sus entradas en el quirófano y posterior recuperación en un ejemplo contemporáneo de superación. Nos habla de cierto tatuaje escondido pícaramente en su anatomía de mujer… lo siento Irene, sé de qué se trata. Lo llevas en el corazón y dice… 'Quiero y puedo'.
Irene Olives Vidal (Maó, 1986), soltera, sin hijos, abandera una filosofía de la vida por la cual 'el fútbol significa la base y fundamentos de lo que soy', tarjeta de presentación en cuyo dorso puede leerse 'cuando sea mayor quiero vivir la vida, aprovechando cada instante y compartiéndolos rodeada de mi gente'.
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