La flota de la XIII Copa del Rey de Barcos de Época volvió a vivir este sábado una jornada marcada por la poca intensidad del viento, que sopló de xaloc (sureste) y, como ya ocurriera en el estreno, no superó en ningún momento los 8 nudos de intensidad.
El Comité de Regatas optó por un recorrido costero que inicialmente iba a ser de 17 millas y terminó en 12 debido a las caídas y oscilaciones del viento. La flota zarpó de la bocana del puerto de Mahón, dobló una baliza situada en las inmediaciones de Cap den Font y pasó junto a la Illa de l'Aire (babor en la ida y estribor en la vuelta). Todas las clases pudieron completar la travesía y sumar un nuevo resultado en la general, que consta de dos mangas.
El «Spartan» (1912), el velero estadounidense patroneado por Justin Burman, se aseguró prácticamente la victoria de la Copa del Rey en la clase Big Boats (más de 23 metros de eslora) tras una nueva exhibición de destreza. El cutter de la clase NY50 (perteneciente a una flota que a principios del siglo XX llegó a contar con nueve barcos) cruzó la línea de llegada en primera posición con una ventaja de 18 minutos sobre el francés «Moonbeam III», un bellísimo diseño William Fife III de 1903 y 30 metros de eslora que en teoría, teniendo en cuenta el rating de ambos barcos, debería navegar por delante su rival. Pero una vez corregidos los tiempos, el «Spartan» le sacó dos minutos adicionales.
Los restantes tres de Big Boats presentes en la regata –«Shenandoa» (1902), «Xarifa» (1927) y «Caroly» (1927)– son barcos sin duda muy espectaculares (entre los tres suman 120 metros y siete mástiles), pero no están en condiciones de entrar en la pelea por el triunfo dado su elevado desplazamiento.
El empate a tres puntos en la cabeza de la clase Época Cangreja (barcos botados hasta 1950 con aparejo de vela trapezoidal) entre el «Kelpie» (1903) y el «Marigan» (1898) augura una jornada final muy emocionante. Ambos son los veleros más antiguos de la flota y los que están manteniendo una lucha más cerrada de los 42 que participan en la Copa del Rey de Barcos de Época. El «Kelpie», un diseño de Alfred Mylne restaurado entre 2009 y 2011 en los astilleros británicos Fairlie, superó en cuatro minutos al cutter alemán armado por Tim Liensenhoff tras una regata muy dura para ambos barcos, muy incómodos de navegar con ventolinas.
En la clase Época Marconi (antes de 1950 con vela triangular), el británico «Rowdy» (1916) no dio opción al argentino «Fjord III» (1947). El primero es un diseño de Nathanael Herreshoff muy veloz que navega siempre en la cabeza de la flota. Fue el primero en terminar la regata, con 18 minutos sobre el segundo clasificado -el «Delphis» (1930)- y le sobraron nueve tras la aplicación de la fórmula que equilibra las diferencias entre los barcos para imponerse al que se ha revelado como su principal adversario, el «Fjord III», diseñado por Germán Frers I y patroneado en la XIII Copa del Rey de Barcos de Época por Germán Frers II, que le sigue en la segunda plaza de la general provisional.
En la categoría de Clásicos (barcos botados entre 1950 y 1975), el «Argos» (1964) enfiló la que podría ser su tercera victoria en la XIII Copa del Rey, tras las obtenidas en 2012 y 2015. Ayer fue un buen día para la tripulación de la armadora Barbara Trilling, que obtuvo un margen de siete minutos y medio en compensado sobre el segundo clasificado, el «Sparkman and Stephens (S&S) Guía» (1970), de Ramón Rose, que se coloca en tercera posición de la general por detrás del «Galvana» (1975), de Alex Pella. El equipo del navegante oceánico no pudo repetir el triunfo parcial de la manga inaugural. Un solo punto separa al «Argos», diseño de Holman, del «Galvanan» (S&S) a falta de una sola regata para el final.
El «Calima» (1970), de Javier Pujol, mantiene el liderato en la clase Espíritu de Tradición a pesar de que hoy fue superado en cuatro minutos en compensado por el «Lohengrin», el «Puma 34» de Paco Bacquelaine. El barco del Club Marítimo Mahón no podrá despistarse en la jornada de mañana si quiere sumar su undécimo triunfo en la Copa del Rey de Barcos de Época. Un sólo punto separa a ambos barcos. Todo un duelo.