«Lo que es un desafío personal, se convierte en amistad, momentos como la hora de comer pasan a ser un momento para compartir experiencias con tus compañeros, llegando a formar una gran familia». Ese es el espíritu que se ha instalado entre los miembros del equipo Artiem que este domingo participarán en la Artiem Half Menorca, quienes llevan semanas preparándose con la máxima ilusión a pesar de pertenecer profesionalmente a un sector, el turismo, especialmente intenso en verano.
Así lo resumía este miércoles Mathieu Nieuwland, miembro del equipo y responsable de actividades deportivas en Artiem, durante la presentación del grupo que competirá en la prueba en Fornells, que estará formado por 72 deportistas, 24 de ellos empleados de la empresa hotelera y el resto, amigos, colaboradores y proveedores. «Hace nueve años que promocionamos el estilo de vida saludable y el deporte entre el personal», recuerda Nieuwland, refiriéndose al iniciador de esta idea. En 2011, «por su 50 aniversario, José Guillermo Díaz Montañés (el CEO de Artiem Hotels) se regaló la participación en un triatlón», una experiencia que le cautivó y que acabó contagiando a otros. «Primero nos animó a los deportistas del hotel y al año siguiente ya participamos doce personas del personal». Y de ahí, el entusiasmo se ha extendido hasta formar un combinado con 24 trabajadores de diferentes departamentos, no solo de los establecimientos en la Isla, también de los de Madrid y Asturias, así como de sus oficinas centrales en Maó.
Que la empresa anime a la participación conlleva una implicación, tanto de los propios deportistas, como de sus compañeros que no secundan la iniciativa. «Que dos personas de cocina se vayan un día de septiembre a un triatlón teniendo el hotel lleno, implica el apoyo de sus compañeros que tendrán más trabajo», destaca la directora de Personas y Bienestar de la compañía, Gabriela Aliaga, quien admite también que se permite cierta «flexibilidad», por ejemplo, con los horarios para poder entrenar. «No se trata de crear diferencias con el resto del personal, pero sí que se pide a los jefes algo de sensibilidad para acoplar los horarios, y los compañeros intentan ayudar».
A partir de ahí, a través de comunicaciones internas se forman grupos que salen a entrenar, a veces con más o con menos integrantes, pero siempre cargados de buen humor. «Hay gente que tiene turno partido y a mediodía y siendo verano, sale a correr, y por la tarde vuelve lleno de energía igualmente», añade Aliaga, quien defiende la filosofía de estilo de vida saludable y de la conciliación para mejorar el ambiente en el trabajo. Algo que coincide con palabras de José Guillermo Díaz Montañés en relación a retos como este triatlón. «Es muy importante para nosotros, porque es una forma de construir empresa y reforzar los valores» de equipo, compañerismo o amistad.
Una camiseta para obtener fondos para la EM progresiva
El equipo Artiem aprovecha la ocasión para dar un enfoque solidario a su participación en el triatlón. Lo hace apoyando en esta ocasión a la Asociación Esclerosis Múltiple de Menorca, para hacer visible una enfermedad de la que hay alrededor de 200 afectados en la Isla.
Para recaudar fondos, tanto el sábado como el domingo, en Fornells se pondrán a la venta 500 camisetas con el logotipo de la asociación y el lema «En marcha por la EM», además de 100 bragas de cuello. También se repartirán globos de helio, para llenar de color cada rincón de Fornells durante la prueba y hacer así presente a aquellos que sufren la enfermedad.
Desde la asociación, su presidenta, Isabel Garriga, agradeció este miércoles «que hayan pensado en nosotros» y señaló que «todo lo que se recaude se destinará a la investigación de la esclerosis múltiple progresiva, la más atrasada» en cuanto a estudios.
Raül Riudavets, por su parte, considera que «los deportistas tenemos la oportunidad de ayudar en iniciativas como esta, y hay que aprovechar eventos así, con mucha repercusión, para dar visibilidad a muchas enfermedades y a muchas entidades».