El regatista menorquín residente en Catalunya, Felip Moll, con bandera del Club Nàutic Ciutadella en su embarcación Mini ‘Allevà', descansa ya en su isla natal después de haber logrado una gesta sin precedentes en la vela menorquina; navegar 1.000 millas por el Atlántico– entre la Bretaña francesa e Irlanda–; una prueba ‘non stop' para la que Moll tuvo que destinar en solitario nueve días y ocho noches enteros, sin poner pie en tierra. Este era el último requisito que le faltaba al aventurero ciutadellenc para poder retar el 2021 la ‘Mini Transat', travesía que consiste en cruzar todo el Atlántico, sin ningún tipo de ayuda externa.
Felip Moll superaba esta semana pasada con buena nota la ‘Calif', de 1.000 millas, necesarias para completar las exigencias para intentar culminar el gran sueño de la ‘Mini Transat', después que el insular ya sumara 1.500 millas más en regatas. Moll completaba el circuito cerrado establecido por la clase Mini francesa en un tiempo «de entrada algo superior al previsto inicialmente pero muy contento la verdad, encontrándome un regalo en cuanto a la meteorología, ideal casi todos los días», expresaba este lunes para «Es Diari».