Rafa Nadal se mostró emocionado con su decimocuarta Copa de los Mosqueteros en las manos, sin poder «describir los sentimientos» de estar en la cima de París una vez más, algo por lo que seguirá «luchando» en el futuro, a pesar de los problemas físicos y sus 36 años. «Casper, es un placer jugar contra ti en la final de Roland Garros. Es importante dar pasos adelante y me alegro por ti y por su familia. Te deseo lo mejor para el futuro», dijo en primer lugar a pie de pista, después de que sonara el himno español.
El de Manacor apenas dio opción al noruego, con un 6-3, 6-3, 6-0, para conquistar su 22º 'Grand Slam', segundo seguido esta temporada tras ganar también en Australia. «Es el mejor torneo del mundo, gracias a todos los que lo han hecho posible. Me hacéis sentir como en casa», apuntó. «Gracias a mi equipo y a mi familia, que hacen que puedan pasar estas cosas maravillosas. Nunca tuvisteis ninguna duda. Sin vosotros me habría retirado hace mucho. Es muy difícil describir los sentimientos que tengo. Estar en otra final en la pista más importante de mi carrera es algo muy grande», añadió.
Nadal, que viene sufriendo el problema en su pie izquierdo, hizo una reflexión de futuro con incertidumbre, pero dejó claro que seguirá peleando por las grandes citas. «No sé lo que pasará en el futuro, pero voy a seguir luchando para intentar seguir adelante», terminó.