El Menorca Rugby ha disfrutado durante el reciente mes de abril de una inolvidable experiencia, con motivo de su desplazamiento a Bayona, localidad vascofrancesa que aloja a uno de los principales clubes de Francia en la materia, lo que equivale a decir del mundo, el Aviron Bayonnais Rugby Pro.
La delegación menorquina estuvo formada por su equipo de categoría sub 14, directivos y familiares, por lo que este traslado, previsto desde hace meses, ha repercutido como una suerte de aprendizaje tanto a nivel deportivo, como organizativo y estructural.
En ese sentido, desde el Menorca Rugby hacen especial alusión a las instalaciones, «de primer orden», con las que cuenta el cuadro vascofrancés, el Complexe Sportif La Floride, su centro de entrenamientos, de reciente reconstrucción, y el estadio Jean Dauger, un valor fundamental también para explicar su dimensión como club.
El viaje, que abarcó un fin de semana largo, enmarcó el sábado un partido entre los equipos sub 14 de Menorca y Bayonnais (que se jugó sin marcador), a lo que siguió el tradicional tercer tiempo, con intercambio de presentes y recuerdos entre los jugadores de los dos conjuntos y que sirvió para estrechar lazos y relaciones.
Partidazo
Ese primer día concluyó con la asistencia al partido entre el Aviron Bayonnais y el Montpellier Heraoult RC, correspondiente a la máxima categoría del rugby francés, el Top 14, lo que desde el club insular «agradecen» especialmente, dada la dificultad para conseguir entradas para un evento de ese nivel (de hecho, las 30.000 localidades de que dispone el campo se agotan con antelación al inicio de temporada).
Asimismo, el presidente del Menorca RC, Toni Marí Torres, estuvo en el palco de autoridades, invitado por su homónimo del club vascofrancés, Philippe Dubernet de Bosq, «quien ha colaborado activamente en la organización de la expedición y las actividades llevadas a cabo» en Iparralde, lo cual, desde el club menorquín «agradecen» con sinceridad.
Después del partido, que ganó el equipo de Bayona, por 33-30, los jóvenes integrantes del Menorca RC pudieron compartir un rato con los jugadores de los dos equipos, con los que se fotografiaron y les firmaron autógrafos, «con una cercanía y humildad impropias en otros deportes en lo que respecta al máximo nivel, y que en cambio es otra de las características de este deporte, la sencillez con la que se manejan sus estrellas», recalcan desde el Menorca.
Al día siguiente, la expedición del club menorquín hizo una excursión por la montaña vasca, ‘acompañados' por la tradicional meteorología de la zona, y tras almorzar, vuelta al estadio para ver en directo el duelo sub 21 entre el Bayonnais y el Stade Toulousain, enmarcado en un ambiente tan espectacular como el del día previo con los ‘mayores', un perfecto epílogo para este viaje inolvidable del Menorca Rugby, que por otra parte establece el inicio de una relación que, auguran desde el club de Maó, tendrá largo recorrido, con nuevos desplazamientos y asesoría técnica en las próximas temporadas. Menorca y Bayona, hermanadas por el rugby.