Los apasionados más jóvenes y noveles de las dos ruedas, el olor a asfalto y la velocidad ya cuentan en Menorca con la primera escuela de motociclismo federada encabezada por el incansable Motoclub Menorca y con dos entrenadores federados como son José Manuel Romero– aportando su experiencia en la modalidad de cross–, junto a la joven Aroa Fernández, en la modalidad de asfalto. Al fin y por vez primera en la Isla se cuenta con la Escola d’Iniciació de Motociclisme, una antigua reivindicación de los más veteranos del motor en Menorca y ubicada en la zona polideportiva de Cala en Porter, en Alaior.
Dice Maria Pons, presidenta del Motoclub Menorca, que esta escuela– que ya cuenta con cuatro niños federados de entre cuatro y seis años y alguno que está en proceso de hacerlo– nace, «con la intención de formar cantera para no perder este deporte en Menorca», señala de un proyecto que zarpa con tres motos propias de momento, una de ellas eléctrica. «Hay niños que ya tienen la suya propia y desde el club se ha puesto a disposición de quien se inicia desde cero, equipación de protección y motocicleta, para que no sea impedimento el precio para practicar este deporte», dice, consciente que es una actividad que no es barata, tampoco en esta etapa de iniciación.
En palabras de Pons, esta escuela en la Isla era, «muy necesaria y hará con eso que crezcan con educación sobre movilidad, ya que en la escuela se impartirá seguridad vial con la colaboración de un profesor de autoescuela y agentes formados, siendo muy necesaria en nuestra isla», asevera, consciente la presidenta que, «hay que dar opción a los niños a probar deportes diferentes a los de siempre. No hay que tener miedo, ya que se tiene la oportunidad de probar con seguridad», detalla.
Este proceso embrionario de formación de nuevos talentos arranca con la máxima ilusión desde Alaior. «Vamos a iniciarlos y dependiendo de su evolución o si destacan mucho se les va a recomendar diferentes caminos. En Menorca solo disponemos del circuito de cross de Son Cardona homologado para competiciones a nivel balear. Sin embargo, en asfalto aún no hay instalaciones para poder hacer campeonatos, hay que salir de la Isla y eso supone un desembolso enorme», lamenta la presidenta del Motoclub Menorca.
Sin embargo, de momento toca trabajar; sembrar para llegar a recoger los frutos el día de mañana y, quién sabe, si sacar un Jorge Lorenzo menorquín. «Los entrenamientos son pura técnica; aceleración, frenado y dominio de la motocicleta. Hay jóvenes que piden hacer unas clases básicas antes de ir a la autoescuela para sentirse más seguros y quitarse el miedo a empezar, sin ningún conocimiento», analizan de una Escola d’Iniciació de Motociclisme que la semana pasada realizó unas puertas abiertas, ofreciendo clases adaptadas para edades comprendidas desde los cuatro años. «Con preparación y constancia podrán competir», sostiene.
Limitaciones de la Isla
Una vez ya dominen la máquina, cada piloto elegirá si sigue el entrenamiento en el circuito de tierra de Son Cardona o en asfalto, en el pequeño circuito de Ciutadella o Sant Lluís, limitado a uso de poca cilindrada. «En Menorca a día de hoy no tenemos un park motor donde poder entrenar y competir en todas las modalidades federadas que tiene el club– como trial, karts o velocidad– y tienen que desplazarse a Mallorca o Eivissa para hacerlo, así que estamos muy limitados», lamenta Pons.