Tras el brillo de las victorias, el éxito del Valeriano Allés esconde una dedicación constante de la plantilla y del cuerpo técnico que han permitido a la escuadra ciutadellenca estar protagonizando un comienzo fulgurante, con seis triunfos en seis encuentros. Es sabido que el trabajo diario es la clave para afrontar con garantías los partidos. Pero, ¿cómo se entrena el equipo más exitoso de todos los de la Isla?
Para saberlo, este diario se ha reunido con el cuerpo técnico del Valeriano Allés, compuesto por Chema Rodríguez entrenador, Bep Llorens, segundo de a bordo, Biel Gelabert, tercer entrenador y especialista en estadísticas y vídeos, y Joan León, preparador físico. Los responsables del equipo transmiten buena sintonía y complicidad entre ellos. Además, Chema revela que en Ciutadella puede "delegar más responsabilidades" que en otros equipos. Sin ir más lejos, en su anterior club se ocupaba también de la preparación física.
La planificación de los entrenamientos varía en función de si el Valeriano juega en casa o fuera. Cuando el siguiente partido se disputa en casa, el equipo se ejercita todos los días, tanto por la mañana como por la tarde, y solamente tiene libre una mañana y una tarde. Si toca jugar en cancha ajena, la expedición ciutadellenca viaja los viernes. Ese día perdido se compensa trabajando en la mañana libre.
La preparación física
La semana empieza con un control de peso. Así se asegura que las jugadoras se mantienen en la forma exigida. Después, toca propiocepción. Se trata de un trabajo de prevención de las lesiones más comunes en el volei. Se trata de fortalecer los tobillos, las rodillas o los hombros y, además de la media hora de los lunes, también se realiza antes de cada entrenamiento vespertino, de forma que sirve también como calentamiento.
Tres mañanas por semana, tocan pesas. En pretemporada se estableció el peso máximo que puede levantar cada jugadora mediante una prueba de esfuerzo y, utilizando ese dato como base, cada semana los técnicos les hacen levantar un porcentaje de ese máximo. "La carga varía teniendo en cuenta el rival y el estado del equipo", explica Joan León.
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La técnica
El trabajo físico se combina con el técnico en las sesiones matinales. "Se trata de pulir el gesto técnico de las jugadoras", explica Chema Rodríguez, que asume que "cambiar el hábito de una jugadora veterana es difícil" pero, pese a ello, el reto es mantener alto el rendimiento. En ocasiones, utilizan el vídeo para corregir movimientos: "A veces nos lo piden las propias jugadoras, porque uno no es consciente de sus propios gestos hasta que se ve", dice el técnico.
En un deporte tan especializado, en el que los diferentes roles del equipo tienen unas tareas muy diferenciadas sobre el campo, tanto la preparación física como la técnica tienen una parte importante de trabajo específico. Por ejemplo, "una colocadora no necesita un brazo muy fuerte porque eso le puede perjudicar, igual que una líbero no entrena los saltos porque no los necesita", expone el director deportivo de la entidad, Bep Llorens.
La táctica
Pero, según sus ayudantes, al actual técnico del Valeriano le gusta dedicarse con más profundidad a entrenar el juego colectivo. "Chema va más al grano", convienen Biel Gelabert, tercer entrenador, y Joan León, que consideran que Adrián Fiorenza, el anterior entrenador, dedicaba más tiempo a pulir la técnica. El preparador albaceteño, aunque es reacio a dar demasiadas pistas sobre su equipo, sí admite que "el entrenamiento varía mucho en función de las cualidades del rival".
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