El Valeriano Allés no es invencible. El tópico que acompaña a la Copa de la Reina es que precisamente lo que la hace atractiva son las sorpresas. Hasta ayer no había habido ninguna y la primera que se dio fue la más dolorosa para la afición menorquina. El conjunto de Chema Rodríguez, principal favorito, cayó lamentablemente en el 'tie break' y dejando que le levantaran un partido que tenía controlado con el 2-0. Falló la recepción, es el argumento técnico que más peso tiene. La afición quizás culpará a que los nervios pudieron con las bermellonas cuando más tranquilas debían estar. Lo cierto es que el Valeriano vuelve a casa antes de tiempo y hoy se antoja un domingo muy largo porque tampoco este año la Copa vendrá a Ciutadella.
Las bermellonas, con un empuje genial de su afición, lograron tomar una primera ventaja basada en la superioridad en la red (7-3). El primer tiempo técnico no sentó bien a las de Chema Martínez con un intercambio de errores en el saque que dejaban abierto el primer set.
Hélia, ausente el año pasado por lesión, daba vida a las bermellonas por el cuatro (12-10) y el 14-11 propició que el entrenador de Haro, Manuel Berdeguer, parase el partido para ajustar las líneas de su equipo. No sirvió de nada, las riojanas se atascaron y un remate espectacular de Sandell dio el segundo tiempo técnico al Valeriano Allés (16-11). Karlikova imponía su ley cada vez que el Haro conseguía levantar el balón y varias infracciones riojanas, fruto de los nervios, propiciaron un 24-20 que Sandell, con un cañonazo, cerró para alegría bermellona (25-20).
El Valeriano Allés impuso su superioridad de entrada (8-3) y el Haro pareció agachar la cabeza tímidamente mientras iba pasando los puntos. Mínima reacción riojana (12-8), calmada a remates de Sandell y Liz (14-8) para que Berdeguer pidiera su segundo tiempo.
Las campeonas de Superliga, que se veían espoleadas en la grada a grito de "Ciutadella, Ciutadella", como si jugaran en casa, estiraron la renta 18-10 y luego se llevaron el segundo parcial 25-16.
Todo hacía indicar que el partido estaba resuelto y que el pase a la final era cuestión de resolver por la vía fácil el tercer juego pero entonces empezó la pesadilla. Un intercambio de golpes inicial (3-3) precedió una ventaja para el Valeriano Allés, 9-6, que se esfumó en una buena selección de ataques del Haro para empatar a nueve tantos lo que obligó a Chema Rodríguez a parar el partido. No surtió efecto, 9-12, y nuevo tiempo del manchego. Se ofuscaron las bermellonas, ancladas en el marcador, muy mal en recepción y el Haro demostró su calidad (9-15) completando un parcial de 0-9. Chema dio entrada a Cris Sanz por Meleán y frenó la sangría riojana por instantes. Con un parcial de 1-12 (11-18), la reacción era obligada para el Valeriano pero nunca llegó porque se había venido abajo incomprensiblemente.
Con el 16-21, el equipo protestó un saque que fue dentro y los colegiados señalaron fuera y en el 20-23, Sandell apuró demasiado en el saque y un remate largo de Correa dio alas al Haro (2-1).
Las pupilas de Rodríguez prolongaron su sufrimiento en el inicio del epílogo, con una ventaja riojana de 1-5 que significó tiempo muerto ciutadellenc. Tímida reacción bermellona cortada por el buen hacer del Haro, 7-13. Kralikova y Correa se asociaron levantando una muralla contra la que chocaron hasta en seis ocasiones las riojanas (13-14). Se reveló el Valeriano hasta ponerse por delante en el electrónico (17-16) pero fue insuficiente y el Haro remontó para llevarse el set con un ajustado 24-26 tras haber dispuesto de tres balones para lograrlo.
El último asalto fue cruel. Siguió la dinámica a favor del Haro que tomó la iniciativa en el marcador, aprovechándose de los remates demasiado largos de las bermellonas y su mala recepción. Chema Rodríguez paró el partido con el 7-10 y su equipo recortó 10-11 con tiempo para Berdegue pero los nervios pudieron con el subcampeón, que vuelve a casa antes de tiempo. Un golpe que demuestra, una vez más, que el Valeriano Allés está peleado con esta competición. Y ya van cuatro Copas.