Ha comenzado la semana de la Copa de la Reina que el Avarca de Menorca va a disputar por séptima vez gracias a su notable primera vuelta en la Superliga. El equipo, sin directivos acompañantes dado la lejanía y y el coste del viaje, parte este jueves hacia Las Palmas para medirse el viernes al CVB Barça en busca de una plaza por la semifinal, suturado ya el descosido que supuso la contundente derrota en Pamplona ante el GH Leadernet, segundo clasificado.
Aquello fue otra historia que quebró la imponente racha de cinco triunfos consecutivos y un nivel progresivo de juego, aunque ha venido a constatar, en palabras del técnico Bep Llorens «que lo sucedido te lleva a la realidad de la Liga, es decir, que Logroño y Pamplona, deportivamente, están un escalón por encima de cualquiera y que Rese McNatt -la opuesta de las pamplonicas, exjugadora del CV Ciutadella- fue determinante, una vez más».
Llorens recuerda la trayectoria sobresaliente del equipo aunque admite que perder como lo hizo en Pamplona «sirve para que apretemos un poco más aunque no haya sido una derrota significativa y en ningún caso va a hacernos perder confianza, ni tampoco va a influir en la Copa. Lo importante es el juego y la trayectoria que llevamos».
Se trata, por tanto, de pasar página y centrarse en el Barça al que el Avarca ha batido en todas las ocasiones en las que se ha enfrentado esta temporada.