El billete para acceder a la próxima edición de la Copa de la Reina, que organizará el Voley Playa Madrid una vez concluida la primera vuelta de la Superliga, tendrá una tarifa de primera clase para el Avarca de Menorca, que depende de sus resultados para obtener una de las cinco plazas en juego, pero que abordará el reto frente a los dos mejores equipos de la competición.
Sin embargo, el grupo que prepara Bep Llorens asume la situación con «ilusión» puesto que «el esfuerzo y el trabajo en los entrenamientos se plasma en los resultados». La valoración es de la colocadora María Barrasa, «la verdad es que estamos muy contentas» tras sumar cuatro victorias en las últimas cinco jornadas (4-4) y dejar atrás un inicio preocupante (0-3).
El primer envite responde al nombre del Naturhouse Ciudad de Logroño (19 horas). El equipo que prepara el hispano-brasileño André Collin encabeza la clasificación imbatido y «es el claro favorito» en todos los torneos que participa, aunque en la Supercopa fue sorprendido por el Haris.
La jugadora madrileña, MVP en la jornada cuatro e incluida en el 'siete ideal' en la del martes, no entra a valorar detalles técnicos a la hora de afrontar el desafío riojano, «es un equipo muy complicado», pero define el espíritu del vestuario ciutadellenc, «vamos creyendo que podemos ganar».
Bep Llorens ha fijado en cuatro los puntos necesarios para atar la presencia del Avarca en la competición del K.O., «era el objetivo cuando empezamos y obtenerlo depende de nosotras, aunque nos costará más de lo que pensábamos tras el inicio que tuvimos. Pero seguimos trabajando para lograrlo», apunta con firmeza Barrasa.
La madrileña, satisfecha con su integración en la dinámica del Avarca en su primera temporada, cree en las posibilidades del equipo, «hay que jugar con todo, vaciarnos en la pista» para, si no ganar, al menos puntuar.
La expedición menorquina partió hacia tierras riojanas ayer por la tarde, tras una última sesión matinal, con la incorporación de la central cántabra Irene Cano.