El Avarca sigue aturdido y cede dos puntos en la cancha del Sayre

SAYRE LA BALLENA 3
AVARCA DE MENORCA 2

El Avarca de Menorca, que acudía a Las Palmas con las bajas de Wanda y Portero, sigue noqueado tras la eliminación copera y cedió dos puntos en su visita al Sayre La Ballena. Las pupilas de Bep Llorens fueron de más a menos. Comenzaron exhibiendo un bajo porcentaje de errores y dominaron todos los registros durante el primer set. A partir de ahí, se repartieron los fallos -incluidos los de la pareja arbitral- y las rachas se sucedieron a favor de uno y otro bando. El conjunto bermellón mostró dificultad para cerrar los sets y se dejó remontar el segundo -de 20-24 a 28-26- y encajó un parcial de 3-0 cuando comandaba plácidamente el tercero por 18-23, que terminó ganando 21-25. En el cuarto, junto al desempate, el rumbo del encuentro ya había virado y fue de color local (25-21 y 15-10).

Tuvo un arranque fulgurante el conjunto menorquín, con un parcial de salida de 0-6. Carla Jiménez apretaba al saque y ponía en muchas dificultades la recepción del equipo local. Además, el cuadro balear dominó la red, con Westermann y Pejkovic en plan estelar, construyó bien y estuvo muy efectivo en ataque, lo que obligó al técnico de la formación grancanaria a agotar sus dos tiempos muertos cuando el marcador era de 1-8. La máxima diferencia en esa primera manga fue de nueve puntos (2-11), que se redujo hasta los cinco (8-13) y cuatro puntos (13-17) y que propició sendos tiempos muertos de un disgustado Bep Llorens. En la fase decisiva del primer set, el Sayre se mostró irregular, incurrió en errores de saque y recepción, mientras que el Avarca recuperó el orden en defensa, no cometió casi errores y sacó a relucir las excelencias de su primera línea de la mano de Carla Jiménez y Westergaard para terminar ganando por 18-25.

En el segundo acto las fuerzas estuvieron más equilibradas y la iniciativa en el marcador, aunque mínima, fue para un Sayre La Ballena que vio como poco a poco el cuadro bermellón le iba comiendo terreno. Porque del 10-9 se pasó al 15-20. Cuando el Avarca parecía haber encarrilado la manga (20-24), los errores propios y dos decisiones arbitrales cuestionables permitieron al equipo anfitrión, más regular, levantar cinco pelotas de set y acabar ganando (28-26). El tercer set mantuvo la misma tónica, con mínimas diferencias hasta el 17-17. De nuevo, y gracias al saque de Orozco, el Avarca cobró ventaja y ganó 21-25.

El Sayre fue de menos a más, mantuvo la fe y forzó el desempate (25-21) tras un cuarto set en el que gozó de su máxima ventaja (17-11) pese a que Westergaard salió al rescate con un parcial de 0-6 al saque (17-17). El quinto set fue fiel reflejo de cómo había evolucionado el partido desde el segundo set hasta entonces. El equipo grancanario culminó su reacción y dominó el desempate, en el que fue siempre por delante, ante un Avarca sin poder de reacción para dar la vuelta al tie break (15-10).