Puede que le hayan contado cómo se viven las fiestas patronales en Menorca. Pero sin duda alguna, hay que vivirlas. Son una explosión de arte y tradición cuyo protagonista indiscutible es el caballo.
El municipio de Ciutadella inaugura el calendario de fiestas patronales con la celebración de Sant Joan. Pese a ser la más conocida, no es la única. Empieza con ella un carrusel festivo que recorre todos los pueblos. Y cada una se vive con la misma fuerza y pasión. La indumentaria que lucen los jinetes y la ornamentación de los caballos -en los que el blanco y el negro forman un tándem perfecto- es arte para la vista. Guindola, levita, polainas y frac, son algunos de los elementos que se propagan por calles y plazas. Pero lo más espectacular es el momento del jaleo, cuando en la plaza del pueblo se produce un mágico baile producido por los caballos que saltan o caminan a dos patas a ritmo de la jota «El postillón de la Rioja».
Es cierto que las fiestas de Sant Joan tienen un sabor especial. Además de aplicarse unas tradiciones algo distintas a las del resto de pueblos, cuentan con el Dia des Be, otro gran acontecimiento que se celebra el fin de semana anterior a Sant Joan. S’homo des be representa a San Juan Bautista y luce pieles de cordero, va descalzo y en la cabeza lleva una aureola con el signo del Agnus Dei. A cuestas trae un cordero vivo que pasea durante todo el día decorado con copos de seda de colores. Quien quiera profundizar sobre las fiestas en Ciutadella puede visitar el Museo Municipal en Can Saura que dedica dos salas a Sant Joan.
Menorca tiene una devoción especial por el caballo de Pura Raza Menorquina, un equino que llama la atención pasee por donde pasee. Su capa negra y noble carácter le convierten en una de las principales señas de identidad de Menorca. Su belleza define a la perfección esta raza que con orgullo representa a la Isla por todo el mundo. Es raza oficial desde 1989.
Los elementos de la fiesta
- Aigua-ros. Una mezcla de agua destilada de pétalos de rosa y hierbas aromáticas. Se utiliza durante la Misa de Caixers y las Completes suelen ser los caixers quienes lo reparten como símbolo de suerte y bendición. El cántaro de vidrio en el que se reparte el aigua-ros se llama marraixa o morratxa.
- Estrella. La mayoría de caballos -a excepción de algunos miembros de la Junta de Caixers- lucen un estel, es decir, una estrella en la frente con un espejo y que tiene forma de estrella de cinco puntas o de circunferencia. Suele estar adornado con motivos.
- Guindola. Es un bicornio de color negro que suele llevar un galón dorado inclinado en el lateral. Forma parte de la indumentaria tradicional de los caixers de las fiestas, excepto en Ciutadella donde caixers pagesos y cavallers lucen sombrero de teja.
- Fabiol. Es un instrumento musical de viento típico menorquín parecido a una pequeña flauta que suena el fabioler. Tiene una estructura de tubo recto de caña con la embocadura en bisel y dos o siete agujeros melódicos. Es parte intrínseca de la cultura tradicional menorquina. Siempre le acompaña el tambor.
- Cucharita de plata. Durante el día grande de cada celebración, el jaleo concluye con una última vuelta en la que los caixers y cavallers recogen una caña verde de la que cuelga una cucharilla de plata. Simboliza longevidad y buena fortuna.