Maó destaca por tener una identidad cultural muy marcada, ensamblada a partir de espacios que funcionan como puntos de encuentro, creación y difusión artística. La Sala de Cultura Sant Antoni es uno de ellos: un equipamiento singular, céntrico y con una programación viva que forma parte del día a día cultural de la ciudad y que, además, contribuye a atraer un turismo cultural activo más allá de la temporada alta.
Asegurar la continuidad de este espacio como equipamiento público era una cuestión estratégica. En este contexto se enmarca la operación que ha permitido consolidar la sala como infraestructura municipal. El Ayuntamiento la ha adquirido este año con una ayuda de los fondos europeos Next Generation de la UE de turismo de 415.000 euros, a la que sumó una aportación municipal hasta alcanzar los 627.647 euros, el coste total del inmueble.
Situada en la calle s’Arraval, a pocos metros del puerto, la sala cuenta con unos 200 metros cuadrados y una capacidad cercana al centenar de personas. Dispone además de dos salas en plantas superiores destinadas a charlas, presentaciones y jornadas culturales. Su arquitectura singular y su ubicación la han convertido en uno de los espacios culturales más activos y reconocibles de Maó.
El edificio tiene una larga trayectoria. En origen fue una ermita medieval extramuros de la ciudad, documentada ya a finales del siglo XVI. Reconstruido en 1608 y reformado en 1790, incorporó entonces la fachada neoclásica actual. Tras su cierre al culto, en 1977 fue rehabilitado por la Fundación de la entidad de ahorros Sa Nostra para convertirse en sala de cultura. Hoy está catalogado como edificio patrimonial en el catálogo histórico de Maó.
Uso público
Aunque no era de propiedad municipal, el Ayuntamiento de Maó llevaba años asumiendo su gestión, mantenimiento y programación, además de invertir en mejoras como la renovación eléctrica, la rehabilitación de la fachada o la compra de equipamiento escénico.
Junto con Ca n’Oliver y el Claustre del Carme, la Sala Sant Antoni es uno de los principales referentes municipales para la promoción del arte, la historia y la cultura. Acoge exposiciones, conciertos y actividades culturales de formato diverso, con una programación dinámica que conecta tanto con el público local como con visitantes interesados en una oferta cultural estable durante todo el año.
La compra de la sala consolida una red cultural donde conviven museos, teatros y galerías publicas y privadas
Cuando la Fundación Sa Nostra manifestó su intención de vender el edificio, el Ayuntamiento recurrió a los fondos europeos gestionados por la Conselleria de Turismo, Cultura y Deportes del Govern balear para asegurar su compra y evitar su privatización. Esto asienta una red cultural en la que conviven equipamientos públicos y privados, como museos, teatros o diversas galerías de arte de la ciudad.
El alcalde de Maó, Héctor Pons, subraya que «con esta adquisición reforzamos nuestro compromiso con la cultura, el patrimonio y las entidades locales, que son el corazón de nuestra ciudad. Espacios como la Sala Sant Antoni son fundamentales para seguir haciendo de Maó una ciudad culturalmente viva y socialmente activa».