Es sencillamente imposible describir las sensaciones que provocaron el descubrimiento de una banda como Jane's Addiction, pues fue uno de esos entes que revolucionaron la manera de entender la música a finales de los 80s. Corrían tiempos de autocomplacencia y de pre-cambio, de hecho se podía oler en el ambiente y además Faith no More y otros ya habían dado un primer paso.
La música de Jane's se mostró extraña, inaccesible, misteriosa, no eran heavy metal, pero tampoco glam ni rock mainstream. No sonaban a nada que antes hubiéramos escuchado, ni a Led Zeppelin, ni a The Doors, ni mucho menos a Rolling o Beatles. La cuestión es que era más fácil relacionarnos con el sleazy angelino (L.A.) de gente como LA Guns o Faster Pussycat, o con los apocalípticos y volátiles Mother Love Bone, incluso tenían algunos puntos de conexión con los primeros Guns & Roses. En fin, ubicarlos no era sencillo y quizá dicho punto fue el factor esencial para que fueran una de las bandas más interesantes de finales de los 80s y principios de los 90s.
Originarios de la seductora California, la banda de Perry Farrell (vocales), Dave Navarro (guitarra), Eric Avery (bajo) y Stephen Perkins (percusión), iniciaron su carrera con un disco en directo llamado de manera homónima, que volaba la cabeza a medio mundo y afilaba las garras de los yanquis políticamente correctos.
Después de ese genial directo, llegó su mejor disco hasta la fecha, puesNothings Shockinges sencillamente una genialidad, por momentos estridente, provocador, excitante, divertido y hasta oscuro. En pocas palabras, es tan importante para entender la música del siglo XX como podrían serlo elWhite Albumde los Beatles, elHair of the Dogde Nazareth o elKind of Bluede Miles Davis.
Esta obra de arte de 45 minutos de duración, esconde maravillas que van desde lo ecléctico hasta lo meramente romántico, pasando por el rock más clásico, algunos susurros de pop dulzón, la herencia de la obra de la Veltet Underground y pinceladas de los nuevos románticos de principios de la década de los 80s. Como verán un cocktail como pocos, aunque con sabor propio.
La voz de Perry Farrell es tan sublime, dulce y tentadora, que uno no se puede negar a dejarse llevar, flotando por el hiperespacio del olvido y la sinrazón. El inicial bajo enUp the Beachte lleva al cielo sensorial en cuestión de segundos, es como la caída libre, como volar sin saber que lo estás haciendo.
A continuación diez canciones que desdibujan lo ya creado y dan forma a nuevos sonidos, la post psicodelia enOcean Size, el neo funky deHad a Dad (el que no baile con esta canción tiene un problema); el cuelgue atmosférico enTed, just admit it;Standing in the shower... thinkingel single perfecto, radiable y repetible hasta la extenuidad; el romanticismo eterno deSummertime Rolls, pues el amor o la nostalgia se disputan ese momento de distensión perezoso y hasta edulcorado; la sublimeMountain Song, gigantesca como su propio nombre indica, cuanta belleza concentrada en tan poco tiempo.
En la recta final del disco,Idiots rulenos recuerdan a los primerosFishbone, con esa bellísima incorporación de instrumentos de viento. A continuaciónJanes Says, hit single por antonomasia, dulce, popero, asquerosamente comercial y genial, hay que admitirlo.
Para concluir, la jazzística y breveThank you boys, da paso al cierre perfecto,Pigs in Zen, lleno de rock, riffs repletos de clase, uno se queda sin palabras, como un cerdo englutido en estado de coma musical. Son Jane's Addiction, el que no los haya escuchado tiene una deuda para con el arte, pues es como si no hubiera vistoCasablancao leídoEn el Caminode Kerouak.
Que disfruten del domingo y denle una nueva oportunidad a Bob Esponja, no por sus hijos, que ya lo aprecian, sino por ustedes mismos, hay más verdad en ese ser feo y amarillo que en todos los canales de televisión de este país.
Besos para ellas y abrazos para ellos.
Jane's Addiction
Título: Nothing's Shocking
Año: 1988
Sello: Warner Bros
Producción: Dave Jerden