Leonmanso, el proyecto musical de Llorenç Marquès, vuelve al ataque. Aunque en realidad nunca se había ido desde que iniciara su andadura artística en 2006, cuando se le ocurrió subir uno de sus videoclips a Youtube y, vista la reacción del público, ya nada fue igual. Animado por la respuesta, dio rienda suelta a su vena creativa, curtida desde entonces en un buen número de conciertos, y que culminó en 2011 con la grabación de su primer disco, «Rinosaure». Y ahora, en los tiempos convulsos que vive la industria, ha llegado el momento de ir a por el segundo álbum, un trabajo, sin título por el momento, que está grabando desde hace un par de meses en un estudio casero de Ciutadella.
Para ese siempre difícil segundo disco cuenta en esta ocasión Leonmanso con la colaboración de Quim Torres, cincuenta por ciento del dúo Delên, quien se estrena en la faceta de productor musical. Torres, curtido también en lo que supone sacar adelante proyectos musicales, está aportando la experiencia adquirida de haber trabajado con productores como el cantautor catalán Mazzoni. Apunta el músico, partícipe de otros proyectos insulares como Sinevara, que están contentos de cómo se está desarrollando la grabación. Y una de las claves para ello reside en poder hacerlo en un estudio casero, por el que se están pasando un buen número de amigos y colaboradores, en el que no hay que estar pendiente de los euros que cuesta una hora de grabación.
Después del verano
Aún queda al menos un mes de trabajo de grabación y mezclas, pero Marquès y Torres ya avanzan que el disco no saldrá hasta después del verano. Un periodo durante el que se buscará la discográfica encargada de la distribución. Lo que sí se sabe ya es que el nuevo disco representará un giro respecto al primero, más pulido musicalmente y que se adentró en géneros más diversos. En el nuevo álbum, se tenderá más hacia esa producción low-fi para tratar de transmitir el estilo de Leonmanso, el que acostumbra a exhibir en sus actuaciones en directo. Y en esa tarea, Torres es quien se ha encargado de guiar el proyecto hacia un producto más definido. «No es que se trate de un disco conceptual, pero sí que existe un hilo conductor en el álbum... Es más uniforme», añade Marquès.
Freak-folk
En ese sentido, resulta difícil clasificar el estilo musical de Leonmanso, aunque si el mismo tuviera que poner una etiqueta, considera que quizás la que más se ajuste a la realidad es la de freak-folk. Y hablando de sensaciones, Marquès tiene la percepción de que los derroteros que está tomando su nuevo trabajo podrían estar inspirados de alguna forma en los discos del Tom Waits de los 80.