Sergio Martínez Vila (Pola de Siero, 1984) ha ganado el Premi Born 2015 con «La obediencia de la mujer del pastor», la obra favorita en la edición que cumple el 40 aniversario y que ha batido el récord de participación con 239 obras presentadas. «Estoy abrumado, feliz y emocionado, incluso ligeramente avergonzado. Nunca había recibido un honor tan importante y supone un punto de inflexión importante en mi trayectoria», explicaba este sábado este licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y con formación en Dirección de Cine en la Escuela Cinematográfica de Madrid.
Es la primera vez que se presentaba al certamen y lo ha ganado con una obra teatral dramática, con dosis de humor negro y ácido. Una obra que transita por los parajes sórdidos de la dramaturgia contemporánea, y que aborda el tema de la sumisión a través de tres historias muy distintas: la de una joven adicta a la desvalorización y dependiente de las circunstancias externas; la de un director de cine porno, que teoriza sobre la sumisión en la pornografía y la justifica; y la de la mujer de un cabrero, que toma las riendas del rebaño de su marido y que en sentido metafórico engloba lo que el autor quiere transmitir con toda la obra. Esta última historia explica el significado del título «La obediencia de la mujer del pastor», con un mensaje desafiante sobre nuestro papel sumiso en una sociedad de poderes dominantes y con la misoginia arraigada en la cultura.
Cada historia transcurre en un tiempo distinto, entre los años 50 y 60; de la Transición hasta los años 90; y en un futuro no muy lejano. Abarca tres generaciones de una misma familia en el escenario de una misma casa, sin coexistir. «Hay partes del texto muy autobiográficas, esta obra pasa por mi más que otros textos, me identifico mucho con ella a nivel íntimo y personal, hay muchos pasajes que vienen de la herida abierta. No podría estar más enfangado en este texto. Es una mirada dolorosa a mi historia familiar y a mi presente».
El desafío latente
«La obra trata de como ser desobediente siendo obediente», resume el autor, «es un pequeño mapa del cambio a través de la sumisión y lo que implica a nivel revolucionario». Un desafío ante una sociedad decandente «para que el cambio venga de uno mismo como una sumisión lúcida».
Ni en la celebración de una efeméride tan importante como el cuarenta aniversario, el Premi Born ha podido entregarse en su teatro. Un año más, la gala de entrega tuvo que celebrarse en la Sala Multifuncional del Canal Salat. Más de 300 personas llenaron el auditorio y disfrutaron del estreno en la Isla de la obra teatral «Mata el teu alumne», escrita y dirigida por Carles Mallol (Premi Born 2013).
Laura Gorrías, secretaria del premio, fue la encargada de dar la bienvenida, mientras que Sergi Marí leyó el veredicto del jurado, integrado por él mismo, Natalia Menéndez, Gabriel Sansano, María José Sánchez-Casado y Fabrice Corrons.
El presidente del Cercle Artístic, Rafel Pallicer, fue el encargado de entregar la estatuilla de la Musa del Premi Born a Sergio Martínez, quién dedicó el premio a su madre «y a todas las mujeres de la familia que con su espíritu están aquí».
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