Tiene Menorca un halo que inspira, una aire del que se alimentan los artistas locales pero que también deja huella en los que visitan la Isla. Se puede comprobar en el mundo de la música, en el que existen unos cuantos ejemplos en los que la esencia menorquina se transforma en ritmo o letra para una melodía.
Uno de los casos más curiosos es el de «Bulerías de Menorca», un tema recogido en el primer álbum de la banda de flamenco-rock Pata negra. Pero si tiramos del hilo, éste nos lleva hasta su compositor, el catalán Toti Soler, quien relata que se titulaba originalmente «S'Ablegai Alegre» y que «lo de bulería lo añadí como un detalle de humor ya que en Menorca no existe ese género flamenco».Sin embargo, reconoce que fue compuesto en Menorca originalmente para su disco «El Cant Monjo» (1976) y grabada de nuevo para el álbum «Lonely fire» (1979) con los hermanos Amador antes que existiera Pata negra.
Mucho más conocidas que la composición de Soler son las firmadas por el músico madrileño Quique González, en cuya discografía hay dos referencias claras a un lugar en el que solía pasar temporadas. La primera de ellas es la «La ciudad del viento», incluida en su álbum «Salitre 48» (2001). En una entrevista digital con sus fans para un diario nacional, le preguntaron de qué lugar estaba hablando. González respondió: «Es Menorca.Se la denomina realmente la isla del viento, pero yo pienso también mucho en Cádiz cuando la canto». En su siguiente disco, «Pájaros mojados» (2002), incluyó el tema «Fiesta de la Luna Llena», compuesta según el mismo narra después de una noche de verano en Líthica. «La empecé en una
Sabida es también la relación de Diego Vasallo con Menorca, y como no podía ser de otra forma también ha dejado huella en su discografía. Cuando se le pregunta por «Bailar en abril», del disco «Criaturas» (1997) y en la que la letra reza «De un trazo cruzó la orilla del mar, dejó sin firmar tu boca en Son Bou», el ex Duncan Dhu reconoce no tener fresca esa composición en la memoria, pero nos invita a descubrir otra, «La tarde», que habla también de una vivencia en el arenal de Alaior y que apareció en su disco «Canciones en ruinas», un álbum que grabó íntegramente en el Teatre de Fornells en 2010.
Más popular es el caso de Serrat y su «Mô», un homenaje a una tierra que tanto disfruta y en la que tiene su casa. Un álbum, cuya gira comenzó en el Teatre Principal y que supuso la primera grabación en catalán después de 17 años.
Mención especial merece también el cantante catalán Manuel, ganador en su día del Festival de la Canción de Alaior, quien lanzó un single, editado en 1966 por el sello Columbia, que en su cara A recogía un himno como «Escolta el vent», y en la B apostaba por un tema titulado «L'encis de Menorca», que pasó más desapercibido como un cha-cha-chá con cierto aire soul. El tema, compuesto por Juan Serracant y Jorge Domingo, fue en su día recopilado dentro del tercer volumen de «Pop a la catalana».
Completa la colección de canciones de inspiración menorquina composiciones como «Menorca Blue», un tema instrumental compuesto por Jon Lord, teclista de una banda tan conocida como Deep Purple y asiduo en Menorca.
Y un barrido a través de las plataformas digitales sirve para descubrir también que son muchas las composiciones que hacen referencia a la Isla relacionadas con la electrónica. Temas no demasiado conocidos pero que en el campo de la música dance alcanzan su máximo exponente en la figura de Manu Ávila, responsable del corte titulado «I Love Menorca», cuya portada ilustró con el faro de Favàritx.
En el top ten de canciones de inspiración menorquina podría incluirse también «La Luz de Pregonda», del cantautor gallego Andrés Suárez, otro enamorado de la Isla que en su visita a Akelarre para actuar en 2014 dijo en Twitter: «Si me caso, me caso en Menorca».
Y, por último, es justo citar, aunque solo sea de pasada, al mayor hit de los que se incluyen en esta recopilación, el «Mediterráneo» que firmaron Los Rebeldes, aunque solo sea por ese estribillo que decía «nos veremos en Ibiza, en Mallorca, San Luís y Mahón» .