La segunda edición del Festival de Cine de Menorca ya tiene fecha para su segunda edición, que se celebrará entre el 17 y 22 de julio, pero la muestra pretende extender sus actividades más allá de los actos centrales del verano. El festival está abierto a nuevos horizontes, algunos de los cuales ya se pusieron la semana pasada sobre la mesa durante la celebración de la primera edición de Som Festivals, un encuentro en el que participaron representantes de diferentes festivales de cine del país y en el que hizo el papel de anfitriona la directora de la muestra menorquina, Inés Garrell.
El foro, cuyo objetivo no es otro que intercambiar ideas y buenas prácticas acerca de la gestión y la sostenibilidad de un festival de cine, ya ha dado algunas pistas sobre las líneas de trabajo que se estudiarán de cara al futuro para potenciar el festival menorquín. Entre todas ellas, destaca Garrell, una de las más interesantes es la de «crear una sede en Maó», una forma de seguir descentralizando el festival cada vez más repartiendo sus actividades entre los diferentes municipios.
Por otra parte, el equipo organizativo se plantea también entre sus objetivos el de definir los públicos potenciales «y desarrollar un lenguaje para cada uno de ellos», poniendo un especial énfasis, advierten, «en hacerlo atractivo para los jóvenes de la Isla».